Opinión: El pueblo acompañó a Los Melódicos en el último adiós a Renato Capriles

Tras la triste partida del músico, fundador y director de la orquesta Los Melódicos, Renato Capriles, quien falleció la mañana de este miércoles a sus 82 años, el escritor Ángel Mendez elaboró una crónica que narra lo que fue el último adiós al artista en el Cementerio del Este. 

A continuación te dejamos el material:

Uno dice que la gente descansa cuando parte de este mundo. Debe ser así para algunos, particularmente para quienes han vivido intensamente. La gente de la música tiene esa particularidad, porque las vivencias –en todos los sentidos- rebasan cualquier expectativa.

Este miércoles le tocó el turno al maestro Renato Capriles, un hombre bonachón que eludió una vida más cómoda para entregarse, por 56 años consecutivos, al mundo de las fusas y las corcheas.

Durante toda la noche de este martes y la mañana del miércoles, la Iglesia del Cementerio del Este se convirtió es una especie de sala de fiestas, por donde desfilaron artistas, periodistas, la mayoría de los cantantes que tuvieron el honor de ser dirigidos por ese hombre que destilaba mística, disciplina y uniformidad en la tarima.

De Billo Frómeta Renato no solo copió el estilo, sino la manera de llegar al público, el mismo que ayer fue a darle el adiós postrero.

Pasadas las 3:00 de la tarde, se escuchó una canción que hiciera famoso a Víctor Piñero, uno de los legendarios cantantes de Los Melódicos, la orquesta que fundara el maestro hace 56 años. Se trataba de un merecubé, especie de grito de guerra del negro Víctor y una de las canciones favoritas de Renato…

Porque dime vida dime porqué…será, que te gusta el merecumbé…

Fue un momento mágico donde los acordes de Los Melódicos en el sagrado recinto retumbaron como ese gran eco que transporta a dimensiones inimaginables. Navarro, Verónica Rey, Liz, Diveana y casi todos los cantantes presentes comenzaron a participar en ese homenaje póstumo brindado a quien tanto les ofreció.

Luego vendría el traslado a la Zona G, donde se hallaba la que sería la última morada del creador de Los Melódicos… el féretro marchó acompañado de cánticos de la guaracha bullanguera que inspiraba al maestro Capriles.

Ileana murmuró algunas palabras mientras el féretro de su padre era abrazado por la tierra. No la escuchamos, pero seguramente se trataba de la ratificación de la promesa que le hiciera en vida a su padre… “Los Melódicos están en buenas manos, papá. No te defraudaré

Escrito por Angel Méndez

Desde La Plaza