Rueda de prensa con embajadas: ¿Por qué no se hizo antes?

Por primera vez se hace una rueda de prensa con más garantía de difusión internacional, que la que dan los medios convocados (en su mayoría contrarios a Venezuela), a través de la inclusión de las Embajadas de Venezuela en la transmisión – ¿Cómo cotidianizar este tipo de contactos? – ¿Cómo incorporar los servicios diplomáticos de Venezuela al Tele-Gobierno?

La rueda de prensa convocada el pasado martes por el presidente de la República, Nicolás Maduro, constituye un hito en la historia de la televisión en Venezuela, y no solo en el aspecto tecnológico.

Por primera vez en la historia de la televisión venezolana se visibiliza una comunicación del Jefe de Estado con nuestro servicio diplomático acreditado en el exterior, buscando romper el cerco que los escasos dueños de todos los medios de difusión del mundo (actores o sirvientes del poder económico global) le han impuesto a nuestra Venezuela. Este encuentro periodístico buscaba visibilizar dos realidades:

El Estado de Excepción Constitucional y de Emergencia Económica, prorrogado y ampliado por 60 días, para la defensa de los derechos sociales del pueblo venezolano y la protección de la soberanía nacional, ante las amenazas de factores que promueven una guerra no convencional contra el país.

La denuncia de la campaña político-mediática contra Venezuela, que está preparando el terreno, ante la imposibilidad de consumar un referendo y hasta un golpe de Estado contra el presidente Maduro, para una intervención militar en Venezuela.

Por supuesto, la tecnología es una de las cosas en las que el gobierno debe poner el mejor empeño, para que la transmisión sea impecable e interactiva, ahora que existe la posibilidad de la que no gozaban las primeras ruedas de prensa presidenciales que cotidianizó nuestra TV:

– “Habla el Presidente” (Rafael Caldera, 1964-1969): rueda de prensa semanal, y grabada, que condujo el presidente Caldera durante su primer gobierno, que contaba con la presencia de cuatro periodistas, aprobados por la Oficina Central de Información (OCI), ente rector de las comunicaciones oficiales para la época, y que se transmitía en intervalos de media hora en los canales nacionales de señal abierta (A las 8 por Radio Caracas Televisión, a las 8 y media por Venevisión, a las 9 por CVTV -hoy VTV, privada en aquella época-, y cerrando en la estatal Televisora Nacional, canal 5)

– “El Presidente que habla con el pueblo” (Luis Herrera Campins, 1979-1984): Rueda de prensa semanal, inicialmente en vivo, y luego con ‘delay de un negro’ (se grababa el primer segmento, se transmitía justo cuando terminaba de grabarse dicho primer segmento, y así sucesivamente hasta terminar dicho programa, lo que permitía editar si había algún ‘detalle’ que no debía salir al aire). A diferencia del programa de su predecesor copeyano, “El Presidente que habla con el pueblo” no solo tenía periodistas, también interactuaba con élites de cierta representatividad en el pueblo (personalidades del poder local, gremios sindicales, etc). No salía por todos los canales, solo por las señales del Estado: Televisora Nacional, canal 5, y Venezolana de Televisión, canal 8, señal que desde 1974 había dejado de ser privada, y pasó a formar parte del Estado.

Esta histórica modalidad de comunicación es un punto a favor, pero ¿Por qué no se pensó antes esto, teniendo un personaje tan mediático (y con tal manejo de medios) como el Presidente Chávez, sin duda el político venezolano más difamado de nuestra historia?, ¿y cómo hacerla cotidiana, tomando en cuenta que el presidente Maduro, ha sufrido mucha más difamación que el Comandante Chávez, y en menos tiempo?

Urge también hacer la comunicación al revés, es decir, que nuestras embajadas, desde micros y programas, hasta entrevistas exitosas que nuestros diplomáticos concedan a programas de las televisoras de los países donde están acreditados (retransmitidas de acuerdo a los derechos de transmisión que tengan dichas televisoras) se hagan visibles en nuestra televisión venezolana. De esto hablaremos con más detalle en un próximo trabajo.