‘Todo mi viaje fue legal (…) Lamento profundamente la muerte del león Cecil’

«Que yo sepa, todo lo relacionado con mi viaje fue legal y adecuadamente contratado y llevado a cabo». Son las primeras palabras del dentista Walter J. Palmer, el estadounidense acusado de haber matado al león más grande e importante de Zimbabue, Cecil.

En un comunicado remitido a varios medios de comunicación Palmer relata que a principios de julio realizó un viaje de caza con arco para la caza mayor. «Contraté a varios guías profesionales y conseguí todos los permisos adecuados», asegura.

Una declaración que se contradice con los datos aportados por el presidente de Zimbabwe Conservation Task Force, Jhonny Rodrigues, que señaló que Palmer no obtuvo la licencia de caza para esta zona, sino que sólo tenía un visado de turista. Lea también: Un cazador español mata por 50.000 dólares a Cecil, el león más bello de Zimbabwe

«No tenía ni idea de que el león que cacé fuera tan conocido, ni que fuera tan importante para el país», añade, y afirma que confió totalmente en la experiencia de su guía, el cazador profesional, Theo Bronkhorst, con licencia de caza 553, que en una declaración al diario británico ‘The Telegraph, ha explicado que tenía todas las licencias necesarias para que su cliente disparase a un león con arco y flecha en el área en el que fue cazado.

«Confié en la experiencia de mis guías profesionales que me aseguraron que era una caza legal«, asegura Palmer en su comunicado. Lo cierto es que la zona donde Cecil fue cazado es específica para ello. Sin embargo, el quid de la cuestión está en cómo lograron llevar a Cecil hasta allí. Según Rodrigues, los cazadores colocaron en un árbol un cebo muerto que atrajo al león hasta una zona fuera del Parque Natural de Hwange donde está prohibida la caza. Una vez el león se encontraba fuera de la reserva, los cazadores le cegaron con los faros de su vehículo y Palmer aprovechó para dispararle con su arco, hiriéndole.

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DesdeLaPlaza.com/El Mundo.es – AJ/AMH