La falsa «Revolución de octubre» dió un golpe de Estado a Medina Angarita hace 72 años

Hace 72 años un gobierno de importantes avances democráticos, encabezado por el ex presidente de Venezuela, Isaías Medina Angarita, fue derrocado con un golpe de Estado llamado «revolución» por dirigentes del puntofijismo, líderes que no atendieron las demandas populares, sino que mantuvieron los intereses del capital extranjero y abrieron paso a un período de dictadura y bipartidismo hasta 1998, según cita Carlos Alarico Gómez en su libro Los sesenta. Historia de la hegemonía andina.

De acuerdo a fragmentos de la obra el autor explica, que como consecuencia de ganar la Presidencia en unas elecciones de segundo grado contra Rómulo Gallegos (1941) y extender la hegemonía andina iniciada en 1899 con Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras los opositores a Medina, ex militar y luego político, le cobrarían su victoria con campañas de mala reputación para opacar su imagen en la opinión pública.

Al parecer en base a la obra de Gómez, fueron muchos factores que conspiraron para deponer a Medina Angarita de la presidencia.

Entre ellos esta, la libertad que le otorgaba a la prensa para defender sus ideas, coyuntura que aprovecha Acción Democrática (AD) para atacarlo, el impulso de los cambios producidos luego de la muerte de Juan Vicente Gómez, permitiendo que aparecieran nuevas fuerzas políticas en contra del gomecismo. Con ello se crea el Partido Comunista de Venezuela (PCV) que nueve días después lo quita a la fuerza del poder.

Sin embargo; los hechos que más harían daño a sus políticas seria el peligro que veía Estados Unidos en que mediante una reforma constitucional, Medina Angarita eliminará la clausula anticomunista de la Constitución del 36, la cual favorecía a los izquierdistas abiertamente.

Por otro lado la Ley de Hidrocarburos (1943) que redujo las ganancias a las compañías petroleras, además de obligarlas a pagar  impuestos, eliminar exoneraciones aduanales y por último su enfrentamiento a los latifundistas con la Reforma agraria (1945). Todos estos puntos generaron el apoyo a su salida desde el extranjero y el poder económico.

«Tendría que llegarse a la triste conclusión de que, en nuestro medio, pequeños desniveles culturales o profesionales despertaban ambiciones que iban contra la base misma de las fuerzas armadas«, manifestó Medina en aquel tiempo en cuatro años de democracia (1963), donde una mañana del 18 de octubre ordenó capturar a los oficiales comprometidos en la conspiración y sale de Miraflores a los cuarteles, para no regresar.

Ese día se presentaron enfrentamientos en el Cuartel San Carlos, la Escuela Militar (La Planicie), Miraflores y alzamientos en Maracay, Valencia y Mérida; a las nueve de la noche se proclama el apoyo a AD a través de Radio Nacional y doce horas más tarde, el 19 de octubre, Medina será detenido hasta que el 30 de noviembre fue expulsado del país.

El también ex ministro de Guerra (Defensa), regresaría al país en 1951 y muere en Caracas el 15 de septiembre de 1953. «Por mi causa no habrá en Venezuela ni un exiliado, ni un preso político, ni un partido disuelto, ni un periódico clausurado, ni una madre que derrame lágrimas por la detención o el exilio de su hijo», expresó en uno de sus discursos.

DesdeLaPlaza.com/AVN/NR