Marroquineros urbanos made in Sarría

San José era un faber, es decir, un buen carpintero y un buen reparador de techos. Por esa razón, en su casa no había goteras. El hombre indicado para que Dios le encargara a su hijo. Diestro, capaz, amable y bondadoso. Acertadamente es el patrono de los artesanos del mundo y su día es el 19 de marzo.

La fiesta en su honor empezará en Caracas el 18 y se extenderá hasta el domingo 20. Más de 85 artesanos celebrarán en la Plaza de los Museos desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde, junto a La Red de Arte, el Centro Nacional de Artesanía y Fundarte. Los homenajeados serán Nicasio Espinoza, hacedor de marionetas; Rosa Córdova, muñequera, y la margariteña Teodora Jiménez.

Cada pueblo tenía su curtidor

Al salir de la estación del metro más cercana para llegar a la Plaza de los Museos, Bellas Artes, cogí un carrito a Sarría y le dije al señor que me dejara en La Torre, según las indicaciones del maestro Juan Silveiro. Llegué al taller de José Jesús Tori. Ambos son artesanos del cuero. Se iniciaron en este oficio desde niños. Quien habló más fue Juan Silveiro después de bajarle volumen al televisor. José Jesús no paró su faena.

Juan me cuenta que el arte de la peletería es tan antiguo como los seres humanos. Un bolso de piel pudiera durar toda la vida si ésta seca de manera favorable y no es sometida a un proceso riguroso. Ahora es que se usa el semicuero y el sintético.  Ellos prefieren trabajar el cuero por su durabilidad pero, por la crisis, también trabajan los textiles y las fibras naturales.

“Somos marroquineros urbanos y por eso compramos el cuero procesado. Si tuviéramos espacio en el taller, curtiríamos las pieles de chivo –señala unas que están en el piso-; son más pequeñas y manejables mediante técnicas ecológicas, naturales, como lo hacían nuestros campesinos. Eso no es nada nuevo. Si retrocedemos 100 años, cada pueblo tenía su curtidor, quien proveía el cuero para hacer los muebles, las sillas. La misma industria hizo que se olvidaran esos procesos. No obstante, sobreviven”, dice Silveiro.

Estos maestros explican que el proceso artesanal es muy distinto del industrial porque se tiene la posibilidad de crear y de innovar en nuevos modelos. Ahora diseñan bolsos para participar en la feria. “Desde picar la cartulina hasta cuadrar el bolso. Todo lo hacemos nosotros. Nos sentimos familiarizados con el término economía cultural porque cerramos el ciclo. Diseñamos, confeccionamos y vendemos. El proceso de la creación es cultural”.

Ellos desean tener acceso a los insumos, que son extremadamente costosos por la especulación. Productos consumibles como la pega, los hilos, hasta el mismo cuero. Sueñan con una proveeduría y con poder curtir las pieles, manufacturarlas y tener un espacio para la comercialización.

 -¿Qué se lleva la gente cuando compra un bolso de ustedes?

– El máximo de calidad por el mínimo de su dinero. Hay cinco principios básicos de la peletería artística y artesanal que no los puede ofrecer la producción industrial en serie, que es muy costosa. Lo que equivale a una cartera de marca.

-Pero, ¿eso es un paradigma “de marca”?

-Me refiero a los accesorios de moda. Ellos expresan la especialización de una técnica en la que está presente la maestría en el diseño y la búsqueda de la belleza. En el caso de una obra, según la trilogía de Heidegger: el arte, la obra de arte y el artista, está la creación. La industria del diseño inclusive caza talentos en las ferias del mundo y, cuando consiguen uno bueno, se lo llevan. Le compran sus ideas. El objetivo es vender y en medio de todo eso puede surgir una relación de explotación pero, artísticamente, sí se necesita tener cualidades, no es cualquier cosa. El artesano busca su perfección.

-Siempre pensamos en el producto final…

-Claro. Porque compras una cartera en una tienda y la representa una marca. Pero la marca es el símbolo de la comercialización, no habla del artesano. El artesano tiene la ventaja de que sus creaciones las lleva directamente al público y eso corta la cadena comercial y la gente tiene la posibilidad de adquirir un producto exclusivo. Vamos a ver si recuerdo los cinco principios: calidad, exclusividad y belleza…

 La Red de Arte presente

 Jhoel Arellano, presidente de la Red de Arte, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, considera que esta celebración es un acto simbólico. “Queremos oír las propuestas de los artesanos. Tendremos un conversatorio sobre economía cultural que luego se traducirá en unas mesas de trabajo para el 30 de marzo. Estamos por definir el lugar. Pretendemos que salgan propuestas claras que puedan ser direccionadas a otros ministerios para desenredar nudos críticos que tenemos en la producción artesanal. Hacia allá están enfocadas las acciones de la Red, a fortalecer las tiendas en todo el país, los mercaditos y  las ferias expositivas. Queremos que ellos determinen los lugares en los que su venta es exitosa”.

 DesdeLaPlaza.com/Mayrin Moreno