Provisión, previsión, prevención y alimentación 

Una de las actitudes que más ha afectado al venezolano es el “como vaya viniendo vamos viendo”, nunca preparados para nada, todo improvisado, siempre confiados pero cuando nos vemos desprovistos es que lamentamos no haber pensado en que las cosas podían sucedernos.

El factor sorpresa nos agarra siempre, y es entonces cuando salimos corriendo con las manos vacías a lamentarnos o a pedirle a alguien que nos solucione la vida, no sabemos ahorrar, ni prepararnos para los momentos de las vacas flacas, cuando tenemos en abundancia lo gastamos todo y la previsión no es una estrategia aprendida, ni por error, pero ya es el momento de pensar que ¿hasta cuando estaremos de crisis en crisis sin aprender la lección?

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Ya dejamos la producción de alimentos en manos de las corporaciones multinacionales y estamos viendo los resultados, dejamos la creación de divisas en manos del precio del petróleo y estamos viviendo los resultados, ahora que estamos intentando rescatar la producción nacional debemos empezar a pensar en prever la provisión necesaria para prevenir una próxima escasez de alimentos en caso de una inesperada situación que afecte nuestra estabilidad como nación.

Estamos en el ojo del huracán, eso no es ni una mentira ni una suposición, es una realidad, estamos al acecho de un feroz lobo que a toda costa busca nuestros recursos naturales, y que si ninguna estrategia de las que ha probado para apoderarse de ellos le funciona, terminará por hacernos la guerra, y en esos momentos es cuando nos habremos de preguntar si fuimos lo más inteligentes posible como para soportar una escasez de alimentos, por eso considero necesario y sin ser un profeta del caos, que debemos aprender a procesar y envasar en casa alimentos, para convertirlos en alimentos de larga duración que puedan servirnos en caso de una emergencia.

Debemos aprender que si guardamos los frascos de vidrio en los que vienen casi todos los productos de supermercado podemos además de reducir la cantidad de basura que tiramos,  usarlos reciclándolos para envasar desde salsas, pasando por productos vegetales hasta productos cárnicos, por ejemplo ese atún enlatado que cuesta bien caro, usted podría hacerlo mas fácilmente de lo que imagina si compra el pescado fresco, lo procesa y luego lo envasa en vidrio al vacío.

Hay que aprender a hacer todo tipo de conservas, basándonos en el reciclaje de envases de vidrio,  desde el envase de una compota hasta el de una mermelada, y muchos se preguntarán ¿pero porqué tanto bla bla blá y nada que nos dan una recetica?

Pues bien, les sugiero que si me están leyendo por esta vía, también pueden investigar un poco, ya que en la web tienen toda la información que quieran y más, acerca de cómo hacer conservas de alimentos.

Lo importante es darse cuenta que debemos aprender a subsistir en momentos de emergencia y dejar de ser dependientes de unos pocos fabricantes de alimentos, pensar que aunque nadie quiere una situación de emergencia en el país, hemos tenido la amenaza desde hace 17 años y la seguiremos teniendo mientras que queramos seguir siendo dueños de nuestro destino.

O aprendemos a hacernos cargo de nosotros mismos o nos dominarán por causa del facilismo, la pereza y la ignorancia.

Dicen que un pueblo se hace fuerte en las dificultades, es hora entonces de hacer nos fuertes, autosuficientes y responsables de nuestras vidas siendo previsivos, preventivos aprovisionándonos de alimentos, hechos en casa.

DesdeLaPlaza.com/Rómulo Hidalgo