Métodos insólitos para calmar los dolores

Tras un golpe, cortadura o cualquier otra herida, nuestro cerebro emite avisos en forma de dolores. Pero aunque no lo creas, existen diversos recursos prácticos para engañar al cerebro y hacer que el dolor disminuya o desaparezca. Bien dice el refrán: «El dolor es psicológico».

1.- Cruzar los dedos

Un experimento llevado a cabo por el Instituto de Neurociencia Cognifiva de la University College London se aplicó una pequeña sensación de quemazón en los dedos de un grupo de personas. Los investigadores constataron que al cruzar los dedos se reducía notablemente la sensación de dolor ¿Por qué ocurre esto? El dolor es una señal que indica el lugar donde algo está fallando; al cruzar nuestro dedos confundimos al cerebro, que no sabe bien en qué lugar hacer que sientas dolor, por lo que este se reduce.

2.- Dormir

Según un estudio publicado en la revista Sleep, para resistir el dolor basta con dormir más. Los científicos son contundentes al respecto: dormir 10 horas, dos más de lo recomendado, es más efectivo para paliar el dolor que la codeína, uno de los analgésicos más potentes que pueden encontrarse en una farmacia.

3.- Escuchar tu música favorita 

Según desveló en un estudio Christine Hsieh, psiquiatra de la Harvard Medical School, nuestra música favorita puede ayudarnos a paliar el dolor. En su experimento los participantes recibieron una quemadura para que sintieran dolor y fueron separados en tres grupos: aquellos que escucharon su música favorita aseguraron sentir menos dolor que aquellos a los que se les pusieron sonidos no musicales y los que no escucharon nada. La música que nos gusta activa los centros del placer.

4.- Maldice

Decir palabrotas es algo habitual cuando sentimos un dolor pero lo curioso es que de verdad nos ayuda a aliviar este. Según un estudio dirigido por el doctor Richard Stephens, profesor de psicología en la Keele University, las personas aguantamos mejor el dolor cuando podemos insultar en voz alta.

5.- Caricias 

Un sistema de fibras nerviosas de la piel responde a las caricias del mismo modo que los receptores del dolor, y cuando es estimulado puede disminuir la actividad de los nervios transmisores de la sensación dolorosa, explica el neurocientífico Francis McGlone.

DesdeLaPlaza.com/Publimetro/NCH

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