Sugar daddy: Relación por dinero y sexo gratis

Sin saber, muchos jóvenes migran a países europeos sin saber los sinsabores que les espera. No es la discriminación, tampoco la explotación laboral, sino vender tu cuerpo.

En el Reino Unido donde a la tasa desempleo cerró en abril en 5.4 por ciento, pero una jornada laboral es menor a 10 dólares, cuenta con una versión «refinada» de la prostitución denomina dulce papá sugar daddy: un hombre maduro y económicamente solvente.

Esta modalidad de trabajo ha aumentado tanto que existen portales web donde la “servidora” y el “cliente” se inscriben, coordinan la cita e inicia la relación.

Conoce más de ser sugar daddy

Con 22 años y el consentimiento de su mamá, Freya narra su labor de sugar babies: mujeres jóvenes que aceptan citas con hombres maduros y ricos, a cambio de dinero y regalos

Freya quien trabajó como mesera en un bar y ganaba 5 libras por noche, relató “me encanta el sexo (…)Mi sugar daddy casado me dio mil libras ($ 1.600 aproximadamente) por una noche. El sólo quería en el sexo. Pero mi sugar daddy divorciado me dio mil y 2 mil libras, a modo de subsidio”, relató Freya.

A pesar de reconocer que lo que hacía era un trabajo sexual, Freya considera que siempre mantuvo cierto grado de control. “Eran hombres muy atractivos, los seleccionaba muy cuidadosamente”, explica.

Dónde consigo mi sugar daddy o babies en Reino Unido

Las páginas web de sugar dating no definen su actividad como un servicio de venta sexual, pues eso los pondría en riesgo legal.

“Inscríbete en Sugar Baby University, consigue que un patrocinador generoso pague tu universidad“, recita una dulce voz femenina en un anuncio online.

Angela Jacob Bermudo es la directora de prensa de esta página web. “No creo que el sexo sea algo esperado, sino, más bien, algo a lo que se aspira”.

Una sugar baby logra estabilidad financiera a través de una prestación mensual, además de mentoría y de oportunidades de networkingEn Reino Unido, los estudiantes son quienes más demandan este tipo de servicios”.

 Otro lado de la moneda

La estudiante de idiomas con 21 años llamada Raquel, una vez escuchó a sus padres discutir por dinero. Decidió inscribirse en una página de sugar babies. Pero su sensibilidad y moral no la dejaron vincularse sexualmente con su pareja del mes.

“La primera vez intento violarme en su carro. Pero la otra relación, fue un hombre mayor de 50 años muy solo. No tuve sexo con él, sólo hablamos. Me dio 100 libra y me compró unos libros para la universidad. Me gustó como persona pero sentí que me estaba aprovechando de él”, dice.

 

DesdeLaPlaza.com/ BBC/ RS

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