Que la situación económica no interfiera en su deseo sexual

La vida está cargada de preocupaciones, la presión laboral para cubrir las necesidades básicas o para sostener un esquema de vida, la situación económica y social que deben enfrentar día a día los venezolanos, el aislamiento que sume a los miembros de las parejas y la dedicación casi exclusiva a los hijos, son algunos de los motivos más comunes para que el deseo sexual baje. Una vez que se produce la distancia en las parejas cuesta volver a recomenzar, ninguno se anima a tomar la iniciativa porque no cuentan con el deseo suficiente para el arranque.

La pérdida del deseo puede ser continua o episódica: en algunos casos se hace presente cuando la persona tiene que hacer frente a compromisos y responsabilidades y se siente abrumada por la incertidumbre o la toma de decisiones. Es importante evaluar que la falta de deseo no sea por depresión, abuso de sustancias o uso de antidepresivos, entre otras cosas.

La persona con deseo sexual hipoactivo o inhibido refiere no sentir ganas de tener relaciones sexuales, ni actividad autoerótica, ni fantasías sexuales. Puede ser que el deseo haya sido bajo durante toda la vida de esta persona o, lo que es más frecuente, que se adquiera luego, con falta de reconocimiento de la nueva y baja intensidad sexual.

La queja sobre la falta de deseo sexual es muy común. Como causa más frecuente se nombra el alto grado de estrés al que las personas se ven sometidas en la vida cotidiana, donde todo suele estar programado, menos el disfrute sexual y la relación de intimidad con la pareja.

La causa más frecuente de la falta de deseo es el estrés al que las personas se ven sometidas en la vida cotidiana
La causa más frecuente de la falta de deseo es el estrés al que las personas se ven sometidas en la vida cotidiana

La falta de deseo suele tener una repercusión importante en la relación de pareja, sobre todo si es el hombre el que padece esta carencia. La mujer puede sentirse rechazada y poco atractiva, provocándole una gran inseguridad con respecto a la relación. Los hombres suelen llevar mejor esta situación gracias a que los estereotipos de género propician una visión de la mujer menos dispuesta a disfrutar del sexo, mientras que el hombre suele aparecer más dispuesto. La persona con falta de deseo no percibe el disfrute de la relación sexual y la sabotea de manera inconsciente con mil inconvenientes.

Sabemos que no es tan fácil apartar el tema situación país en la relación de pareja, pero hay que intentar no conversar sobre estos antes del pre encuentro con la pareja, no sume un disparador más que los lleve a bajar el deseo sexual.

Algunas recomendaciones para mejorar el deseo sexual:

– Dar prioridad a la intimidad frente a otros compromisos.
– Comunicar lo que ocurre con el interés sexual.
– No dejar de manifestar cariño, ternura, u otras formas de expresiones de afecto.
– No se requieren grandes acciones: un llamado cariñoso, la sorpresa, una invitación, el contacto afectivo o la insinuación sexual.
– Atreverse a incorporar variantes en el contacto erótico-sexual.
– Tomarse el tiempo para acariciarse y sentir al otro.

El darse tiempo y permiso para los juegos sexuales, para conocerse, para encontrarse, sin pudor dará los frutos requeridos y ambos podrán lograr placer mutuamente, no hay que estar pendiente de la otra persona, hay que saber y aprender a dar y recibir, porque al estar pendiente del otro, se puede perder el propio placer y la pareja se da cuenta de ello.

@RinaMoralesMera