El cambur, una fruta paradisíaca

La MUSA PARADISÍACA como se le llama científicamente o cambur como le conocemos en Venezuela es una fruta de origen asiático y expandida por todo el planeta, es el cuarto alimento de origen vegetal mas producido en el mundo, Venezuela es el tercer productor de esta nutritiva fruta en  Sudamérica.

Este alimento paradisíaco y de grandes beneficios nutricionales, llegó a hacer de América Central todo un infierno, fue la excusa para que grandes productores Norteamericanos explotaran a su antojo tierras y personas, envenenaran ríos, destruyeran selvas y lo mas común que destruyeran democracias, se le llamó la fruta del bien y del mal, ya que tanto beneficio nutricional y un sabor tan espectacular trajo desgracias infinitas a pueblos enteros que hoy en día aún padecen sus secuelas.

Aún así es preciso decir que la fruta no tuvo la culpa de lo antes descrito, y que sus beneficios deben apreciarse y disfrutarse al máximo, en algunas culturas es símbolo de fertilidad, tal vez por su forma que se presta para muchas interpretaciones, esta fruta tropical que ya es parte de nuestra cultura tiene tanto que ofrecer que no lo podemos dejar pasar por alto.

Su alto contenido de potasio hace que sea un gran remedio para las resacas o ratones como le decimos comúnmente a los residuos de la rumba, su alto contenido energético por sus azucares naturales (glucosa, sacarosa y fructosa)  es apreciado por los atletas de todas latitudes.

Además podemos decir que es una fruta rica en fibras, lo que ayuda a regular la digestión, contiene también carbohidratos, vitaminas del grupo B, vitamina A, vitamina C y triptófano, este último es un tipo de  proteína que se convierte en serotonina una vez consumido, y que es conocida por sus efectos relajantes al mejorar el estado de animo lo que da una sensación de felicidad, ayuda al control de estrés, controla los dolores menstruales, es ayudante del sistema nervioso entre muchos otros beneficios.

Con todo esto  dicho podemos decir que el cambur es una fruta paradisíaca que si bien generó un infierno gracias a la ambición del norte, se le puede absolver de la culpa pues lo que el ser humano haya hecho de ella no le resta sus beneficios para la salud.