Delirios (en Ojalá)

Hay veces que uno se sienta en un bar, con un vino en la mano y se pone a pensar en el mundo. De esos pensamientos surge este poema:

Delirios (en Ojalá)

El tiempo transcurrido

va andando en bici,

y tu amor va caminando

por un andamio,

haciendo equilibrio

entre la luz y la sombra.

Equilibrista no bajes la vista

 puedes caerte al no ver por tanta oscuridad.

Vago por una letra

que no dice nada

y sigo cantando:

¡Aleluya, Aleluya!

Pero, ¿Dónde está Dios?

Está pegando carteles

de la nueva promoción:

«Una vida eterna,

por una mortal sin pecados»

«Vaya a la Casa de Dios, la oferta es limitada.»

«Atención por nuevos cupos en el cielo.

Atención por la instalación de nuevas nubes

en sector preferencial

se abre esta oferta.»

Pobre Dios no sabe

que ya nadie se preocupa

y que el nuevo Dios se llama

Dólar .

Ahora ya es tarde,

quiero volar

                     quiero volar

quizás mañana

pero hoy llueve,

y la lluvia moja mi pelo;

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y todo rima aunque

no haya un sentido.

Eso no importa,

el sentido se perdió

en algún zaguán

con el primer beso.

Dame tu mejilla,

dame tu alma.

Quizás haya alguna luz

que me pueda decir:

¿Qué hora es?¿Qué día es?

Y sin embargo, no puedo,

no puedo escribir,

y la muerte anda de blanco

porque la vida anda de negro;

y sin embargo no existo.

Sigo corriendo

sigo corriendo,

quizás algún día

las luces queden encendidas

frente al espejo

de una montaña

tan blanca, tan blanca,

que sólo el pollo

la podrá ver.

Vean que blancura

Dirá él – pero la gente

Sólo verá su alma negra.

Nadie lo entenderá.

Y su muerte ya no podrá

ser retenida en el canto

de algún pájaro,

en el amanecer quieto

de una mañana de abril.

Y sólo me quedan

cuatro palabras

que ya no están escritas,

pues de tanto escribirlas

la pluma gasto las letras

y la tempestad mojo la tinta;

no existen, se diluyeron;

Vida – Muerte.

Infinito – Dios.

Que realidades oscuras,

incomprensibles para el hombre.

¿Qué realidad?

       Realidad.

Ya no te encuentro

¿Dónde estás?

Muy cerca,

pero no me busques,

quizás la noche sepa.

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La abstracción del problema,

quizás Dios no exista,

quizás la muerte sea ilusión.

quizás todo es vida.

Pero Dios y la muerte

se entienden en una sonrisa;

y la vida y el infinito

se pelean a oscuras.

Trato de entender

¿Qué he hecho con tanto amor?

¿Qué he hecho?

                               Nada

Y vuelvo a empezar …

equilibrista deja ya tu alma

no mires

                         cuidado

                                              te caes.

Y cierro los ojos, otro mortal

cruza con Dios el nuevo camino

¿Dónde está?

¿Dónde?

¿Dónde?

Nito Biassi

Nací en Córdoba, Argentina, en el año 1962, cursé estudios de Filosofía, recibiéndome de Licenciado en 1985, me interesé luego por el área humana y de la medicina, estudié Técnico en Laboratorio Clínico e Histopatología. Posteriormente realicé la especialidad en Bioética y completé mis estudios en la rama de la medicina con la carrera de enfermería. Desde los catorce años escribo poesías con el pseudónimo de Nito Biassi, edité una revista entre los años 1978 a 1980 que tuvo que dejar de ser editada. Publique varios libros de poemas y de relatos por editorial propia. Recitaba poesías en los bares. En el año 2004 formé Luzbelito Ediciones Editorial Anarquista. Me defino ser humano en vías de desarrollo.