Cine venezolano: Mi sexo diverso

Bastante ha costado que el cine venezolano salga de ese estilo que ha caracterizado a muchas producciones: barrios, malandraje, pobreza, ranchos, coloquio. Que, si bien es cierto que estas situaciones forman parte de nuestra realidad social, en muchas películas hay un uso exacerbado de los mismos. Por eso nunca me ha extrañado que cuando pregunto qué se puede resaltar del cine venezolano muchas personas me digan: «son de malandros».

Poco a poco, los productores y directores de cine en Venezuela han ido arriesgándose a presentar nuevas propuestas que puedan también atrapar al público -y tan difícil público venezolano- y además, tocar otro tipo de temas que aún son sensibles en la sociedad que habitamos, tan llena de tabúes y contradicciones.

Me refiero en este caso a las películas con historias que hablan acerca de la homosexualidad y la transexualidad. Tan necesarias para enseñar a nuestra gente y enfrentar los prejuicios que tienen  en la sociedad hacia nosotros. Pero en el séptimo arte esto no es un tema nuevo, y no es fácil para Venezuela porque a nivel mundial la industria también es fuerte y existen producciones que me han parecido buenísimas y con un mensaje que va mucho más allá de los superfluo que puede llegar a ser homosexual.

Claros ejemplos han sido las películas como ‘Azul y no tan rosa’, de Miguel Ferrari, o ‘Tamara’ de Elia K. Schneider y que está inspirada en la primera diputada transgénero de Venezuela, Tamara Adrián. Aprovecharé este espacio para compartir con ustedes las producciones venezolanas dirigidas no únicamente a la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, sino a todo aquel que aún desconoce todo lo que implica llevar estas letras impregnadas en la frente. Así que, si aún no las han visto, pueden agarrarse todo un domingo para hacerlo, no tienen excusas, ¡que traigan las cotufas! Por cierto, todas han sido reconocidas internacionalmente y se han alzado con diversos premios en diferentes e importantes festivales.

‘Cheila, una casa pa’ Maíta’ (2010), de Eduardo Barberena, fue la primera película que vi de temática LGBT, muchos años antes de yo «salir del clóset». Aún yo no estaba claro de mi preferencia sexual, pero pude fijarme claramente a las burlas a las que pueden ser sometidas las personas transexuales. Sí, personas. Aunque el final de la película en ese momento no lo entendí, pude hacerlo con el paso del tiempo, a medida de que iba descubriéndome. En esta producción no solo se aborda la transexualidad de ‘Cheila’, la protagonista interpretada por Endry Cardeño, sino toda la disfuncionalidad que hay en su familia: la no aceptación, el conformismo, la vaguedad y la pobreza; pero así como se abordan estas características, también se habla de las ganas de superación y libertad.

La siguiente que les voy a mencionar también me pareció espectacular; además las actuaciones -al igual que en todas las mencionadas en este texto- reflejan claramente el sentir de los personajes, sobre todo el de los principales. Con  ‘Azul y no tan rosa’ (2012) el público se sintió más conmovido no solo por la historia del protagonista, encarnado por Guillermo García, sino por la mayoría de los personajes que van desarrollando en cada minuto. Diría que fue con esta producción que los venezolanos comenzaron a abrir su mente un poco más darse cuenta, cinematográficamente, que ser homosexual no es una limitante y mucho menos solo es mantener sexo con un hombre.

Nuestro cine tocó nuevamente el tema de la transexualidad con la película ‘Tamara’, estrenada en 2016, que fue inspirada en Tamara Adrián, primera diputada transgénero que ocupa una curul en la Asamblea Nacional de Venezuela, sin duda es un hecho histórico y fue Elia K. Schneider quien se encargó de llevar esta historia, con algo de ficción, a la pantalla grande. Muy a lo personal, considero que las actuaciones de Luis Fernández y Mimí Lazo son sumamente impecables.

Me recordó un esta película a ‘La Chica Danesa’, cuando el protagonista comienza a descubrirse a sí mismo y se da cuenta de que no se siente a gusto con el sexo con el que nació, por lo que asume el riesgo de cambiarse de sexo. Además, en Tamara se habla también de lo desfasada que ha quedado Venezuela, en comparación con otros países, en el reconocimiento de los derechos de los transexuales.

Aunque ‘Liz en Septiembre’, de Fina Torres, fue estrenada en el 2014, no fue sino hasta el año pasado cuando me tomé el tiempo necesario para ver esta película. Esta es la primera película LGBT que trata sobre el lesbianismo, aunque este no es el punto central de la trama. Aparte de la historia en la que algunos personajes, interpretados por actrices de primera línea, esconden grandes secretos, están las bellezas de nuestro parque nacional Morrocoy.

Esta película, al menos en mi experiencia, te da ganas de agarrar tus maletas y emprender un viaje hacia un nuevo destino, en donde puedas conseguir esa calma y esa tranquilidad que muchas veces hace tanta falta el la ciudad, esa misma que Liz está buscando y que finalmente encuentra. Es una cinta hermosa, pero también amarga.

Esta fue mi selección de películas venezolanas con temática LGBT; sin embargo, también hay producciones como ‘Desde Allá’, ‘Pelo malo’ y el documental ‘Tí@s’, que por supuesto pueden buscar y verlas.