En Netflix: La Perfección

La Perfección es de esa clase de películas que utilizan el terror para contar algo que vas a tener que averiguar mientras la película se desenvuelve

 

Los traumas de la infancia nunca te abandonan. Están allí, en ti, en tú vida cotidiana. A veces te das cuenta y puedes identificarlos. Otras simplemente pasan desapercibidos, como si fuesen parte de la realidad de otros, quizás un sueño, algo que realmente nunca te ocurrió.

Cuando no estás consciente es más fácil que puedan perjudicarte, porque quieras o no, son parte importante de quién has llegado a ser. Más te vale tenerlos en cuenta y no evitarlos como las dos protagonistas de La Perfección, una película sobre el poder de los traumas de la infancia en la percepción que tenemos sobre la realidad.

Siempre he pensando que las mejores películas son como un rompecabezas, tienes que armarlas mientras avanzan. Por eso las que más me gustan son las que me sorprenden, las que empiezan de un modo y terminan de una forma totalmente diferente.

La Perfección es de esa clase de películas que utilizan el terror o el suspenso para contar algo que vas a tener que averiguar mientras la película se desenvuelve.

Se supone que te cuenta la historia de dos muchachas que tienen un talento extraordinario para tocar el violonchelo. No obstante, pronto te das cuenta que la premisa cambia, permitiendo que la cinta mejore sustancialmente.

Si dejas de lado tus prejuicios y tienes paciencia el largometraje puede sorprenderte. No te va a costar nada esperar, ya que la película es, sobre todas las cosas, entretenida.

La Perfección usa una técnica narrativa que consiste en volver sobre los hechos que ya te contaron para modificarlos en el camino. Como en El cuerpo (2012) de Oriol Paulo, te cuentan algo de una forma superficial y luego regresa un poco en el tiempo y le van añadiendo detalles a eso que ya te contó. De esa forma, cuando crees que ya has visto lo que pasó, la película te engaña. En este largometraje lo que se narra llega a ser tan sórdido que no te lo puedes imaginar.

Richard Shepard dirige esta  cinta que me ha hecho disfrutar como pocas en los últimos meses. La Perfección le hace honor a su título porque es una combinación casi perfecta de forma y fondo.

La película genera también una reflexión involuntaria sobre el amor propio, el autocuidado y lo mucho que en ocasiones nos olvidamos de nosotros  mismos.

Hasta la última escena es una invitación a disfrutar del suspenso y a pensar en  como la vida puede cambiar debido a un suceso inesperado.

@luisauguetol