La dependiente independencia del periodismo independiente

Todo es subjetivo. Independientemente de que “las ciencias” se empeñen por defender la “objetividad” como verdad absoluta. Lo único realmente cierto es que todo, pero todo, en el campo de lo real pensado, es subjetivo. Basta con decir que una determinada selva del planeta es “virgen” para que deje de serlo.

La discusión de la “objetividad” en las llamadas “ciencias sociales” es mucho más necia y parecidísima a aquella discusión teologal del Medioevo en la se pretendían contabilizar la cantidad de ángeles que cabían en la cabeza de un alfiler.

El método que se pretende objetivo sólo puede servir para justificar metodologías de un pensamiento positivista. Es un recurso teórico con peso hegemónico en el capitalismo y, sobre todo a partir de Augusto Compte y los seguidores funcionalistas, que hoy se han mimetizado bajo nuevas teorías para seguir manteniendo como dominante al pensamiento de las clases dominantes.

La breve introducción, teórico referencial, la hago para dejar elementos problematizadores ante el hecho presente en el que el pensamiento hegemónico pretende defender un “periodismo independiente”, “neutro” “objetivo” que –en realidad- no existe, no ha existido ni existirá. El pensamiento dominante, en toda sociedad de clases es el de las que son dominantes. En capitalismo domina el pensamiento capitalista. Y hay quienes ingenuamente lo llaman independiente o pensamiento propio. Sin detectar que mientras más se invoca esa especie de neutralidad, es cuando más se está sometido al carácter hegemónico de ese pensamiento.

Todo el periodismo, tal cual lo conocemos y teorizamos en la actualidad, responde a la estructura de clase capitalista. Los medios más alienados y editorialmente comprometidos con el capital, son los que más se pregonan independientes, y –aunque no lo son- arrastran a sus directores, jefes de información y redacción, pero también a una importante cantidad de sus periodistas, a creer y defender una inexistente independencia.

La dependiente independencia del periodismo independiente no es otra cosa sino la excusa para vender mentiras como si se tratase de verdades. Es así como ese “periodismo independiente” es utilizado hoy como misil de ablandamiento o artillería que convence al sentido común programado de que es necesario aplastar, doblegar e invadir, países como Afganistán, Libia, Irak, Siria y… entre tantos otros, Venezuela. ¿Venezuela víctima del periodismo independiente?

Ilustración: Xulio Formoso