La vigente geometría del poder

«Avanzando en el fortalecimiento del eje Caracas-Buenos Aires,
carril central de la geopolítica integradora
para hacer realidad el proyecto de la gran potencia suramericana»
Hugo Chávez

Recuerdo al Comandante Chávez explicando con amorosos y pedagógicos trazos, ante las cámaras de televisión y utilizando vectores que acortan distancias sobre un mapamundi, cómo un conjunto de relaciones que han sido retorcidas desde el Norte hegemónico, podrían simplificarse si las comenzamos a ver desde el Sur.

Desde el Sur se pueden hacer grandes y hermosos poemas, como el de Mario Benedetti, que nos reivindican de acciones y sueños por un mundo nuevo y posible «cerca de las raíces / es donde la memoria / ningún recuerdo omite / y hay quienes se desmueren / y hay quienes se desviven / y así entre todos logran / lo que era un imposible / que todo el mundo sepa / que el Sur también existe». Pero desde el Sur también se puede diseñar una nueva geometría del poder, al estilo de la propuesta por el líder de la Revolución Bolivariana como opción, inicialmente para Venezuela, para la Patria Grande que reclama a gritos terminar de definir, para siempre, nuestra independencia; pero también para ese Sur terráqueo que es mucho más que un lugar, que es una cosmovisión con óptica de clase, una cosmovisión nueva.

Ciertamente, Chávez logró incorporar y conjugar conceptos de gran impacto en el proceso de ennuevecimiento y desacralización de los procesos revolucionarios, ofreciendo una opción que no se limita al territorio venezolano sino que nos trasciende. Es por eso que, con esos criterios de internacionalismo proletario y de liberación de la humanidad, siempre tuvo presente reflexiones y acciones como esta: «Nuestro Sur, ahora más que nunca, existe y existirá: tal vez sea nuestro homenaje más sincero al poeta el hecho mismo de que la mala nueva de su partida nos sorprendiera precisamente más allá de las pampas, en el corazón de la Patagonia argentina: allá estábamos, avanzando en el fortalecimiento del eje Caracas-Buenos Aires, carril central de la geopolítica integradora para hacer realidad el proyecto de la gran potencia suramericana», en función de alcanzar los fines de inspiración Bolivariana que guían nuestra Revolución hasta el presente.

Voy a evitar extenderme demasiado en este semanal Diálogo en la acera. Con la introducción precedente, quiero que miremos con ojos de esperanza los reagrupamientos políticos y gubernamentales en Nuestramérica, por cierto signados por la unidad de las izquierdas, de las fuerzas patrióticas y progresiostas, revolucionarias en general.

En las elecciones primarias (PASO) celebradas en Argentina el pasado domingo 11 de agosto se perfila una contundente derrota real y porcentual de la tendencia ultraderechista y neoliberal que representa el actual presidente Mauricio Macri. Yo no quiero ni debo cantar victorias en unas elecciones que allá se celebrarán el venidero 27 de octubre. Tampoco es lo que propongo, pero sí es necesario mirar el fenómeno que está ocurriendo en el hermano país, pues -como también dijo Chavez en mayo de 2009- vamos «avanzando en el fortalecimiento del eje Caracas-Buenos Aires, carril central de la geopolítica integradora para hacer realidad el proyecto de la gran potencia suramericana».

Son los trazos de la nueva geometría del poder que los pueblos siguen haciendo, en unidad, en paz, como el Comandante Bolivariano lo propusiera.

Ilustración: Iván Lira