Maestro: Un llamado

En pleno apogeo de la vida conocemos profesores que  conservan sus conocimientos en base a un título académico, su labor es estrictamente dar la enseñanza que nos garantice ser profesionales, están ahí con un propósito específico y nosotros estamos ahí para recoger lo que llame nuestra atención y llevarlo a lo largo de la vida. Así sucede con los maestros, solo que lo que absorbemos de ellos no es algo estrictamente planeado, sino algo necesariamente vivido. Nuestros profesores pueden tener el papel de maestros si así lo decidimos.

Cuando estaba cursando el penúltimo año del colegio tenía dos profesoras que marcaron ramas importantes de mi vida. Una de ellas se llamaba Celia, era la profesora de castellano, de aspecto  moderno y auténtico, se parecía físicamente a Jamie Lee Curtis en Un Viernes de Locos. Recuerdo que ella al llegar lo primero que hacía era levantarnos a todos de los pupitres, hacer que cerráramos los ojos y dar mensajes de agradecimiento. Sus enseñanzas eran basadas con hechos de su vida y la particular forma de enseñar era satisfactoria, siempre la recordaré con mucho cariño. La Segunda profesora fue la de francés, Nimsi, elegante y de carácter estricto. Ella me enseñó a valorar lo desconocido. Gracias a ella conocí a Edith Piaf, descubrí que es patrimonio cultural en Francia y me aprendí la vie en rose (en francés, nada de versioncitas en inglés o español), aprecié la música de Gilbert Becaud y comprendí lo importante que es salir de lo que conoces y abrirte a ver las diversidades que esconden otros países.  

¿Ya logran discernir la diferencia entre maestro y profesor? El profesor tiene un fin educativo, pero puede ser maestro si él decide llevar más allá sus conocimientos y hacerte saber que los límites los pones tú.

Ya conoces la definición, ahora debes conocer los 2 aprendizajes fundamentales de un maestro en tu vida.

  1. El orden divino permitió que lo conocieras con un propósito

Cuando imaginamos al maestro de nuestra vida nos llega el personaje arquetípico de un anciano sabio, pero no tiene edad o género y son muchos los maestros que pueden establecerse en tu vida, recorrer ciertos aspectos y luego cursar su camino.

  1. Descubrir que herencia que debes obtener

El orden divino permite que se establezcan porque algo necesitas heredar, la herencia no es material, la herencia es espiritual y solo queda de ti descubrirla y permitir que llegue a tu espíritu para establecerla a futuro con otra persona. Es una cadena, por eso el maestro lo asimilamos con el personaje arquetípico, porque es una enseñanza que trasciende y no permanece en un solo lugar, en pocas palabras lo que heredas, es un don.

Por ejemplo; si investigamos la vida de Jesús de Nazaret comprenderemos que él fue el maestro más importante del mundo. El liderazgo que tuvo dividió la historias en dos partes. Antes de Cristo (A.C.) y después de Cristo (D.C.). Preparó 12 discípulos que llevaron sus enseñanzas a miles de personas y en el presente sigue impartiéndose cada una de sus palabras.

Durante mis cortos 24 años de edad he tenido muchísimos maestros; amigos, conocidos, personas con las que solo conversas una noche y la vida te trae el recuerdo de aquella conversación por alguna extraña razón. Pero los que más marcan, son los que honras por siempre.

Los primeros maestros de todos son los padres, primero porque te dieron la vida y segundo porque recibes algo de ellos al nacer.  

Cuando decidí formarme como actriz conocí a mi maestro de interpretación, Nelson. Él me enseñó a ver el espíritu de las personas, como saber que ocurre dentro de ellos al solo escucharlos o mirar las microexpresiones. Muchas veces me hacía llorar, pero me hizo crecer. Un Dumbledore de la vida real.

Cuando estudié producción audiovisual mi maestra y mi mentora fue una cubana amante del arte (Cum Laude y demás, y AY de que le lleves la contraria, o mejor dicho, la contradigas). Mujer auténtica, mujer noble, mujer imponente. Marianne fue la mejor profesora que he tenido en mi vida, todo lo que sé profesionalmente se lo debo a ella. Cuando me tocó ser su alumna, estaba alrededor de puros estudiantes que sabían muchísimo y yo estaba en desventaja. Pero ella siempre confió en mi, siempre fue especial.

Luego conocí pastores, pastores de dones no visibles (intangible), líderes de grandes multitudes y de ellos aprendí la humildad, porque en la cima aún seguían siendo sencillos. Eso sí que es un don. P. Agnes, P. Sobiesky, P. Jakeline, P. Keyla, P. Esmeralda, A. Gustavo, A. Jessy, M. Sandys, mi más grandes guías, ustedes me han hecho sentir una niña privilegiada.

Son tantos los maestros que transcurren en el mundo, tantos sabios dando lecciones de amor, repitiendo legados, amando sin condiciones…

Si llegaste hasta el final, hazme llegar la respuesta a estas dos preguntas que te haré:

¿Cuántos maestros recuerdas?
¿Cuántas veces te tocó ser la maestra?

Redes:
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Twitter: @andreacarolefe

Aquí un pequeño recuento de diferentes maestros que han transcurrido en mi vida, cada uno de ustedes tiene una parte de mí. Marcaron mi vida y los amaré por siempre en el genuino amor de Dios.