La cochina y chueca pelea

Mientras usted lee estas líneas, unos tres millones de venezolanos dejaron de comerse un alimento que provee de proteínas y que es parte esencial de la mesa criolla: los huevos de gallina. También seguramente miles de venezolanos dejaron de comerse algo tan sabroso pero que algunos galenos recomiendan no abusar, por aquello del colesterol y los triglicéridos, como lo es la chuleta de cochino.

Es que los empresarios dueños de Alimentos Ovomar y de Servipork les picó el ojo ciego y decidieron dejar podrir 10 mil cajas de huevos por un lado y botar 40 toneladas de chuleta de cochino por el otro, todo con tal de jugar sabroso a esta guerra sin cuartel que tienen contra el pueblo.

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Millones de venezolanos dejaron de alimentarse de proteina animal por el egoismo y criminal acción de los dueños de Ovomar. Crédito: @RMolinaPaLaAN

10 mil cajas de huevos, 3 millones de unidades, de las cuales se pudieron colocar al mercado y evitar el alza desmesurada del rubro. 40 toneladas de chuleta podría alimentar a 200 mil personas, o 40 mil familias, tomando como base a 5 miembros por núcleo. Pero la mezquindad y el egoísmo de unos tipos que se suman a esta confrontación es tan vil que no les importa un bledo que la gente esté penando en los mercados y pagando cualquier precio para alimentar a sus hijos.

Y esta situación, mostrada en un tuit del diputado Ricardo Molina, es evidencia clara de que quieren matarnos de hambre y robarnos más porque al no estar esas cantidades de productos en los anaqueles, aumenta su precio y se alimenta más a ese nefasto indicador llamado “Cesta Petare”.

Si tiene dudas de que esto es o no es una guerra, entonces vaya al supermercado, verá que el precio de medio cartón de huevos ya ronda los 1500 bolos, cuando el precio “justo” según Sundde es de Bs. 420 por cartón. En el rubro porcino la chuleta seguro se disparará y se pondrá a Bs. 3.000, y como se le cree más al indicador de Petare, seguro Sundde la aumenta de Bs. 569,74 –precio justo del 15 de noviembre de 2015– a Bs. 2.800 porque “la encuestadora que estudia la Cesta Petare” lo indica.

Ante este crimen contra la gente, el Gobierno debe tomar medidas ejemplares para que sea respetado. Esas empresas deberían ser confiscadas y pasadas a la administración de una empresa pública eficiente como Lácteos Los Andes. Los activos y cuentas de los dueños de estas empresas deberían congelarse y pasar al tesoro nacional. Los socios de esas compañías hambreadoras deberían estar presos y derogarles cualquier licencia y prohibirles ejercer cualquier actividad comercial de por vida.

Para combatir a esos cirminales hay que mantener la unidad y no caer en su chantaje.
Para combatir a esos cirminales hay que mantener la unidad y no caer en su chantaje.

Esperemos que el Gobierno no sea tan blandengue y no se deje llenar de “ñema”. Ya es suficiente con pactar con las transnacionales y aumentar los productos cayendo en el chantaje del enemigo. Ya se hace intolerante esa “sinceración” de precios como el de la leche, por ejemplo, donde la presentación de 900 CC (ni siquiera el litro) de Bs. 18 pasó a costar oficialmente Bs. 355,15 ¡Un aumento de 1.973%! O el de la harina de maíz precocida, que de Bs. 19 se autorizó un aumento de 1000% para llevarla a Bs. 190 por kilo. Pareciera que se complació el deseo de Mendoza que pidió hace tiempo que se aumentase a ese precio el kilo de harina de maíz.

No podemos estar contradiciéndonos en estos momentos y menos en materia tan delicada como la papa del venezolano. Si aplicamos un análisis meramente económico (me disculpan los compañeros economistas y afines) se diría fácilmente que estamos aplicando medidas se shock que ni el peor país neoliberal permite. Decimos que protegemos el salario del trabajador pero autorizamos el aumento exponencial de los productos de la cesta básica. Ni en la cuna de Adam Smith y Ricardo pues.

¿Queremos la unidad y ganar esta guerra? Pues, hablemos claro y enfrentemos la vaina como es. Negociar con golpistas es un error porque la oposición no cree en el diálogo. No tienen moral ni la decencia de detener sus acciones para sentarse en una mesa a debatir en pro del país. De hecho, están tan divididos que envían a unos emisarios pero en los medios desmienten que enviaron a gente de ellos para dialogar ¿cómo puede interpretarse eso?, ¿cómo negocias con gente que dice que si no hay referendo ese año no habrá paz ni comida para el venezolano?, ¿cómo negocias con gente que mata selectivamente a los tuyos para llevarte a un punto de aceptar sus condiciones?

Encima, prefieren dejar podrir la comida antes que el pueblo pueda alimentarse. Una cochina huevonada ¿no?

DesdeLaPlaza.com/ Noel Briceño Rios