Sancionar, el «sana sana culito de rana» y la verdadera intención imperialista

Los amos del mundo tenían planificado, con suficiente adelanto, el reemplazo de Trump de la presidencia estadounidense. Sin embargo se encontraron con el «niñito malcriado» dando una pataleta y por eso todo el show que debió presenciar el mundo a la hora de ofrecer los resultados electorales.

Hasta el Capitolio retumbó de violencia teatral por parte de los adeptos al ahora expresidente y los mismos amos del mundo debieron intervenir para poner el orden para otra transición pacífica. En fin, Biden está ocupando la silla presidencial y sus primeras medidas efectistas aparecen dirigidas a convencer de que su mandato será diferente, mientras las «locuras» de Trump intentan ser enviadas, cuanto antes, al olvido.

Para los socios capitalistas agrupados anualmente en Bilderberg pero también en contacto permanente, Venezuela sigue siendo un país de interés para el dominio mundial y la acumulación de sus riquezas, fundamentalmente energéticas.

El país caribeño ubicado al Norte del Sur y agrupado como «eje del mal» junto a Cuba y Nicaragua, sigue entre los objetivos centrales de la región, aunque en la actualidad se intercambien sonrisas de flexibilidad como la que esbosara el Departamento del Tesoro gringo, el pasado martes 2 de febrero, al anunciar su Licencia General 30A por la que «concede» (¡Tanta generosidad nos confunde!) a Venezuela la limosna de uso de sus propios aeropuertos y aeropuertos, autorizando «todas las transacciones y actividades que involucran al Gobierno de Venezuela, prohibidas por la Orden Ejecutiva (E.O.) 13884 del 5 de agosto de 2019 (¿Recuerdan? «amenaza inusual y extraordinaria»), que son normalmente incidentes y necesarios para las operaciones o el uso de puertos y aeropuertos en Venezuela».

Mucha gente, en nuestro país, comenzó a dar «gracias por el milagro de La Candelaria, en su día», atrapados en la ingenuidad ante el eventual levantamiento de sanciones y bloqueo con las que el gobierno estadounidense presiona a nuestro país hasta conseguir deponer a nuestro presidente constitucional, Nicolás Maduro, y acabar con el proceso revolucionario, socialista y Bolivariano que iniciará el Comandante Hugo Chávez en 1999.

Ya eso de «sanciones» impuestas por supremacistas foráneos como Obama, Trump y todos los gobernantes gringos, que siempre se han creído «la tapa del frasco» frente a todos los países del mundo y, particularmente de estos que ellos ubican como en su «patio trasero», no es algo que aquí nos calamos. Y, mucho menos, cuando estamos concientes de que nuestra Patria es soberana y defendemos la multipolaridad mundial, por encima la prepotencia y el supremacismo imperialista de los EEUU.

Tampoco aceptamos cabizbajos, las actuales pretensiones de Biden de querer acariciarnos las heridas, a nuestro pueblo, con un simple «sana sana culito de rana», como el redactado y publicado por su Departamento del Tesoro, con el nombre de «Licencia General 30A».

Estamos abiertos y dispuestos al Diálogo, queremos y defendemos a conciencia, la paz de nuestro pueblo, pero lo hacemos en igualdad de condiciones y con la dignidad bien puesta.

Ilustraciones: Xulio Formoso