Alertan que la crisis de los 43 normalistas vuelve a México una “bomba de tiempo”

El caso de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en Guerrero, ha indignado tanto a México que sus habitantes “anestesiados” desde años por la violencia masiva parecen haber despertado y, sea cual sea el resultado final de su búsqueda, “el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto tendrá que prepararse para un probable tumulto social generalizado”, publicó The New Yorker la semana pasada.

La prestigiada revista difundió un análisis de Francisco Goldman, titulado “Crisis en México: ¿Podrían cuarenta y tres estudiantes ser la chispa que falta de una revolución?”, en el que expuso que el país “ha sido tomado” por la historia de los 43 desaparecidos, donde muchos se niegan a creer lo peor hasta que ya no se pueda negar. “Muchos en México se han preguntado por qué la falta de cuarenta y tres ha inspirado tal indignación en un país que ha estado anestesiado ante el crecimiento de la violencia masiva”, comentó Goldman, y la respuesta, planteó, puede estar en el hartazgo por la violencia y la impunidad.

Activistas y defensores de derechos humanos coinciden en que el Estado mexicano debe dar respuesta pronto a la crisis de Ayotzinapa, porque el país se ha convertido en “una bomba de tiempo”. “La desaparición de los 43 normalistas es un catalizador del descontento social que hay en México, caldo para un brote de violencia a nivel nacional”, consideró Francisco Cerezo, miembro del Comité Cerezo México.

“Creemos que lo que se ha mostrado es un descontento social no sólo por el caso Ayotzinapa, sino que este es el detonante: hay alrededor de cinco mil desapariciones forzadas, más de 30 mil desaparecidos, más de 120 mil ejecutados, más de 300 mil desplazados por la violencia”, explicó.

Cerezo indicó que el descontento social puede originar brotes de violencia en lugares donde “ya no tienen otra salida” y donde la población considera que el Estado es incapaz de llevarles justicia. “Hay un descontento que puede generar esta reacción en la gente desesperada por la falta de justicia, no se puede predecir cuándo puede ocurrir un estallido de violencia, pero es muy posible”, comentó.

Vidulfo Rosales, Coordinador Jurídico Centro de Derechos Humanos de La Montaña,Tlachinollan, expresó que si no se hacen las transformaciones que el país requiere, si el tema de la seguridad no se logra zanjar, que se logren cambios que ayuden a resolver sobre todo la problemática de seguridad, hay grandes posibilidades de que haya un estallido. “Hay mucha inconformidad social, hay muchos agravios, presos políticos, hay 80 mil asesinatos sin esclarecerse, hay 22 mil desaparecidos, aparte de los de Ayotzinapa”, dijo.

Desde la Plaza/ Sin Embargo/AMH