Earle Herrera: “Con la constituyente vamos a la profundización del proceso bolivariano”

El proceso constituyente ya arrancó y la comisión designada para este fin, presidida por el ministro Elías Jaua ya comenzó a reunirse para debatir con el país. En opinión de Earle Herrera, diputado por el bloque de la Patria y periodista, una Constituyente significaría “un salto cualitativo” para nuestra Carta Magna y para el país pues se trata de una “profundización de un proceso que después de 18 años incorpora nuevos actores y una nueva realidad que debe ampliar los horizontes de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

DesdeLaPlaza.com tuvo la oportunidad de conversar con el constituyente sobre los principales aspectos, retos y proyecciones que surgen a partir de un nuevo proceso de poder popular constituyente en Venezuela.

¿Qué balance ofrece sobre la convocatoria del presidente Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente?

El presidente de la República con este anuncio no solo sorprendió a la oposición sino a una parte también del chavismo. Su primer anuncio provocó algunas incertidumbres, dudas, interrogantes que en la medida en que él mismo ha venido explicando sobre la orientación y el contenido de su convocatoria pues se ha venido aclarando. Ya el presidente venía sugiriendo que él iba a llamar al poder originario, al poder constituyente, que es el pueblo, la soberanía popular. Y la última vez fue cuando dijo que para el 1 de mayo iba a hacer unos anuncios que iban a ser una desencadenante histórico. Al decirlo así ya uno sabe que son transformaciones profundas, que no eran simples reformas. Y la oposición se adelantó a señalar que se trata de una “constituyente comunal”. Maduro la ha llamado “Constituyente ciudadana” y ese nombre se adapta más porque va más allá de lo simplemente comunal, de los consejos comunales.

Es una constituyente donde van a participar todos los sectores y cuando él señala que es ciudadana es porque las postulaciones las harán los ciudadanos, no serán los partidos políticos los que irán a presentar sus colores y su simbología sino los ciudadanos de acuerdo con su profesión, características, grupo social, grupo etario o su ubicación territorial: el municipio en el cual viva o habite. De manera que se han ido aclarando las aguas y nosotros recibimos con entusiasmo, con agrado y apoyamos esta convocatoria que se hace al poder constituyente. Ya nosotros hace 18 años participamos en una constituyente convocada por el presidente Chávez y en esta oportunidad creemos que es necesario frente a la situación que se está dando en el país, ante una oposición que se está saliendo de los cauces constitucionales, que está generando violencia por todas partes, que no quiere diálogo. Se le convoca de todas las maneras y no lo hace. Llama mentiroso hasta al Papa Francisco. Cuando el presidente dice que vamos a elecciones, ellos dicen que ya no quieren elecciones sino que el presidente se vaya o que haya elecciones generales que no están en la Constitución. El presidente cumple su periodo en 2019.

Elías Jaua, quien preside la Comisión Presidencial para la Constituyente, afirmó que esta convocatoria no entra en discusión con el cronograma electoral actual

El presidente Nicolás Maduro nombró a una Comisión Presidencial que tiene un carácter consultivo. Es importante decirlo porque mucha gente cree que tenemos facultades decisorias, que podemos cambiar cosas y no. Yo formo parte de esa comisión y nuestro rol es recibir todas las propuestas de los distintos sectores de la sociedad. Es más, Elías Jaua comenzó convocando a todos los partidos de oposición para que vayan a la comisión para llevar sus planteamientos. Y la iniciativa es convocar una Asamblea Constituyente. Ahora, la convocatoria a elecciones y la realización de una cronograma le corresponde es al poder electoral. Por eso Elías dice que no colidan porque el poder electoral podría convocar a elecciones en este momento y nosotros analizaríamos, y el mismo presidente, cómo quedaría en ese caso el proceso constituyente. Pero la convocatoria sigue en pie porque obedece a una necesidad de la realidad venezolana del siglo XXI.

¿Después de 18 años de proceso revolucionario es realmente este el momento para una transformación profunda de ese tipo? ¿Hacía falta?

Yo creo que sí. Creo que eso significa un salto cualitativo porque en estos 18 años tenemos nuevos sujetos históricos que durante los 40 años de la cuarta república estuvieron preteridos, olvidados. Y estos sujetos históricos que incorporó la Constitución de 1999 tienen un rol muy importante en el país y por lo tanto se debe profundizar en la misma constitución para incorporarlos a ellos y darles rango constitucional a ellos mismos, a sus propuestas. Entre ellos tenemos a las misiones por ejemplo, que no existían. Las misiones son hoy una realidad. Algunos juristas de la derecha dicen que son un Estado paralelo, pues al darle rango constitucional tú quitas toda duda de que sea un Estado paralelo, sino que son una realidad de un nuevo Estado que por la otra vía estaba atado, no funcionaba.

Otra realidad son los derechos de los pueblos indígenas y es una realidad ante la que nos quedamos cortos cuando redactamos ese capítulo en la Constitución. Hoy juegan un papel muy importante, están en los consejos municipales, están en los concejos legislativos, en la Asamblea Nacional, pero ellos realmente no son los que eligen a sus representantes en esos cuerpos deliberantes. Esa es una mora histórica que tenemos nosotros y debemos saldarla y que sean ellos quienes escojan directamente sin la participación ni la intromisión del resto de la población, a quienes ellos llaman arijuna o blancos o criollos. Que sean ellos quienes elijan. Eso realmente profundizaría la Constitución.

El Presidente señaló la profundización del quinto objetivo del Plan de la Patria que sería el ecosocialismo. La preservación del ambiente. La realidad ante el cambio climático donde Venezuela ha jugado un papel de vanguardia. Pues en la Constitución apenas tenemos 2 o 3 artículos. Debemos profundizar y que Venezuela siga jugando un papel de vanguardia en esta lucha sobre todo ahora cuando en Estados Unidos hay un presidente que no cree en lo que todos los científicos del mundo alertan que es el cambio climático.

También se aborda la espiritualidad de la que habla el presidente Maduro, que tiene que ver con la diversidad cultural. En el mismo preámbulo de la Constitución, redactado por el poeta Gustavo Pereira, allí se nos define como una sociedad multiétnica y pluricultural y en ese sentido todo el aporte de esa multietnicidad debe incorporarse en la Constitución porque eso nos potencia a nosotros como país. Profundizar en el desarrollo cultural y en esa diversidad que se ha manifestado ya, distinto al olvido en el que estaban. Distintas expresiones que forman parte de nuestra nacionalidad han sido reconocidas como patrimonio inmaterial de la humanidad. Mucha gente piensa que eso es un baile, una danza, pero eso es la cultura profunda de nuestro pueblo y lo que realmente conforma es la venezolanidad. Esta constitución debe recoger toda esa espiritualidad, toda esa parte cultural que nos define a nosotros como nación y como venezolanos.

De manera que no se trata de un maquillaje sino de ir a la profundización de un proceso que después de 18 años con estos nuevos actores y esta nueva realidad, debe ampliar los horizontes de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Los opinadores de la derecha o de la oposición ahora quieren llamar a la Constitución actual “la nueva moribunda”

Todo lo contrario. Esta constitución se está insuflando más bien de la realidad venezolana, de todo lo que se ha conquistado a lo largo de estos años. Y nosotros podemos responderle con el clásico español: “los muertos que vos matais, gozan de buena salud”. La Constitución de 1999 está pletórica de salud, no como la del 61 que estaba clamando para que le dieran cristiana sepultura.

En el proceso que arranca ahora con esta comisión, ¿cómo va a ser la participación del pueblo en esta primera etapa?

Es el pueblo el que va a decidir. Por eso nosotros decimos que esta es la mejor Constitución del mundo porque no solo establece que se puede convocar a una Constituyente sino que al final debe ser aprobada en un referéndum. Los constituyentes la redactarán y el pueblo la discutirá, pero al final ese pueblo decidirá si la aprueba. Nosotros ya venimos con una experiencia del año 99 con la Comisión de participación ciudadana que por cierto, la presidió Nicolás Maduro. En aquel tiempo se recibieron más de 33 mil propuestas, que van desde el papelito que te entregó una humilde mujer en la calle, en una servilleta, hasta los tratados de derechos humanos de las facultades de ciencias jurídicas de las distintas universidades. Todo eso llegó al buzón constituyente y esa comisión lo ordenó, lo clasificó y lo debatimos en la plenaria. Tenemos esa experiencia y por supuesto la vamos a repetir. Esta comisión es para recibir todas las propuestas. Ya empezamos recibiendo a los miembros del Congreso de la Patria, motor economía y así seguiremos recibiendo, no solo de los diversos capítulos del Congreso de la Patria sino a sectores religiosos, a los sectores sexodiversos, a los artesanos, a los cultores populares, a los campesinos, a los desempleados, a las mujeres. A todos los movimientos populares, ciudadanos. Para eso es la comisión, para recibir todos esos aportes y sobre la base del llamado del presidente, quien convoca, se le da forma a un texto y se le entrega a él. Eso es lo que se va a discutir en la Asablea Nacional Constituyente plural, ciudadana que se va a integrar. Una vez que esta Constituyente en los debates abiertos, públicos, comunicacionales, apruebe este texto, entonces se someterá a la aprobación de una referendo popular. Eso es lo que establece nuestra Carta Magna y por eso decimos que es la mejor del mundo porque te permite los mecanismos para reformarla, enmendarla e, incluso, para derogarla si fuera necesario, aunque no es este caso.

Los actores políticos de la oposición ahora defienden la Constitución del 99, aunque ellos mismo promovieron una campaña por la no aprobación de ella en ese año. Incluso algunos de ellos participaron en esa Constituyente. ¿Qué pasa ahí?

Eso es correcto. Y hay gente que tiene hoy en día posiciones recalcitrantes. Alguien que llama todos los días a incendiar las calles, Alberto Francheschi, que vive ahora en Miami, fue Constitiuyente en el 99. Ahí estaban Allan Brewer Carías, Jorge Olavarría, Claudio Fermín, entre los que recuerdo que eran opositores. Pero ellos no solamente hicieron una campaña por el “no”. Los mismos poderes fácticos de la sociedad que después dieron un golpe de Estado y derogaron esa misma Constitución en 48 horas: Fedecámaras, la Conferencia Episcopal, los partidos del puntofijismo y sus nuevos retoños y que son los mismos hoy que ciertamente están criticando la convocatoria al poder originario del pueblo.

En ese sentido una podría decir que son hasta coherentes aunque han tenido momentos de incoherencia. Como hace dos años que empezaron a llamar a una Constituyente, los sectores más radicales y más extremistas de ellos. Pero ahora cuando se convoca no la quieren. Es una cuestión muy extraña. Pedían unas elecciones y decían que había que adelantar las regionales y el presidente dijo “bueno, vamos a elecciones de gobernadores” y entonces dijeron que no, que son elecciones generales. Pedían una Constituyente, se les da la constituyente y ahora tampoco la quieren. Creo que el Papa tiene razón cuando habla de todas las contradicciones que hay en esa oposición.

¿Cuál es la diferencia entre esa Constituyente de la que hablaban los opositores en 2013 y la que convoca Maduro ahora?

De acuerdo con las normas, el que hace la convocatoria sienta las bases o establece las normas. Uno envía la propuesta al CNE y en ella van unas bases comiciales porque debe ser una solicitud completa. Ellos no la hicieron, aun teniendo vías para llamar a la constituyente. Una vez que ganan la Asamblea, se presentó el problema con los diputados indígenas de ellos, de un fraude y una sentencia del TSJ ordena anular su proclamación, allí perdieron los dos tercios para convocarla por esa vía. Pero, como dicen que tienen la mayoría del país, podían haberlo hecho por iniciativa popular. Recogen el 15% de las firmas como establece el artículo 348 de la Constitución y por la iniciativa de sus electores podían convocarla y no lo hicieron. Tenían dos alternativas para hacerlo.

La otra iniciativa para convocar una Constituyente es a través de los concejos municipales. Pero allí no pueden porque la mayoría de estos concejos están en manos de las fuerzas bolivarianas.

Precisamente, si ellos dicen que cuentan con la mayoría de los votos, e incluso, Aristóbulo Istúriz declaró que la Revolución se arriesga a perder su base estructural al convocar una Constituyente, ¿por qué entonces ahora no quieren ir a ese proceso?

La Constituyente, además de las razones que establece la Constitución, se convoca en grandes procesos de crisis políticas o de quiebres históricos. Para el año 99 se había quebrado un modelo político, llamado el puntijismo y que tenía ya 40 años en el poder. También se convocó una constituyente en el año 47, que la presidió Andrés Eloy Blanco. En ese momento también hubo un quiebre de un modelo histórico que era el gomecismo, cuya última expresión fue el general Isaías Medina Angarita.

Actualmente, no solo son estos nuevos actores que nos convocan a nosotros a profundizar esta Constitución sino que también hay una crisis política, hay unos sectores que trancan el juego y nosotros creemos que a través de un proceso constituyente podemos destrancarlo y ese puede ser el gran escenario del diálogo para el país. No de las clases dirigentes.

Ahora, toda elección es un riesgo, como ocurre por ejemplo con una operación quirúrgica, todas y cada una conllevan un riesgo. En una elección tú puedes ganar o perder. Ahora bien, las encuestas, los estudios de opinión te pueden decir más o menos quién tiene ventaja en un momento determinado y a veces ocurren hechos que te voltean una tendencia en una semana, por ejemplo. Eso pasó en España cuando Aznar perdió la presidencia frente a Rodríguez Zapatero: hubo un atentado en la estación de Atocha del metro de Madrid y Aznar dijo que había sido la ETA y resulta que había sido un atentado de una célula terrorista del medio oriente porque él había mandado soldados españoles a Irak y eso cambió, de la noche a la mañana, la tendencia que lo daba a como ganador.

Siempre es un riesgo, pero además de eso, toda elección es distinta. Una elección parlamentaria es una cosa, una municipal es otra, una presidencial es distinta y una para gobernadores también. Estas elecciones son totalmente distintas a las que se dieron en el 2015, cuando la oposición prácticamente hizo caída y mesa limpia. Han cambiado las cosas, a pesar de la crisis que hay. Podríamos preguntas ¿es que el gobierno ha mejorado la situación económica del país?, pero resulta que aquí vino un sector político que le ofreció a sus lectores resolver eso, que le ofreció acabar con las colas, acabar con la inflación. Y no solo no ha hecho nada de eso, sino que lo que ha hecho como parlamento ha decepcionado a sus electores. Eso lo dicen también las encuestadoras y ellos lo saben. Ellos saben que lo que ocurrió el 6 de diciembre de 2015 no vuelve a repetirse. La política es así, como la guerra y como el amor, la cosas no se repiten. Marx decía, citando a Hegel, que los hechos históricos se repiten pero unas veces como farsas y otras como tragedias. Esa es una de las causas por las que ahora ellos no quieren ir a este tipo de elecciones.

La cuestión es ¿por qué los chavistas quieren ir “si saben que van a perder”? y ¿por qué la oposición no quiere ir “si sabe” que va a ganar? Porque en esta situación la cosa no es 2+2. Y es verdad, tiene razón Aristóbulo, nosotros estamos corriendo los riesgos de unas elecciones. Pero estamos frente a una situación política e histórica y consideramos que la constituyente puede ser el camino para salir de allí. Así ganen ellos, inclusive. Que no van a ganar, pero esa es mi opinión política. Pero aun así, la constituyente, ganen ellos o ganemos nosotros, nos va a entregar una nueva situación, después de que el pueblo mismo vote esa nueva constitución.

¿La Asamblea Nacional Constituyente y una nueva constitución, pueden ser garantías de paz para el país?

Esa es la gran razón que nos impulsa a nosotros. La Constituyente va a desactivar los últimos focos de violencia que quedan por allí porque esta es una Constituyente para la paz. Hay unas que se convocan para reformar el Estado, otras que se hacen para cambiar el ordenamiento jurídico y territorial de un país, pero nosotros queremos hacer una Constituyente para la paz. Por eso decimos que va a ser el gran escenario para el diálogo. La paz se logra si todos los sectores de una sociedad nos sentamos a dialogar en torno a una mesa. Esta va a ser una Constituyente que va a debatir, que va a dialogar y que tiene una función: la paz. Es el camino que nosotros queremos abrir, a través de ella se le consiguen solución a los problemas económicos, los sociales y a las crispaciones políticas.

En opinión de Earle Herrera: ¿le conviene o no a la oposición montarse en este barco?

Yo creo que en la oposición, como dijo el Papa que está muy dividida, hay factores que están pensando montarse en este barco. Creo que sí les conviene y nos conviene a todos los venezolanos. Creo que es la opción. Aquí no hay elecciones generales como ellos están pidiendo porque no lo establece la Carta Magna pero la Constituyente te abre caminos para que se llegue a esas elecciones generales, por ejemplo, y es un camino de paz, constitucional y electoral.

Nosotros vamos a votar una constitución, la somete a referéndum, podemos ganarlo o perderlo, ellos dicen que tienen la mayoría entonces lo ganarían; y una vez se apruebe la Constitución se pueden convocar a elecciones generales al día siguiente.

En opinión de Earle Herrera: ¿Existe algún eje vital que deba profundizarse además de los nueve que planetó el presidente Maduro?

Hay un eje que es muy importante: el de la Venezuela post petrolera. Una realidad económica post petrolera, eso es vital. Y eso realmente profundiza en la Constitución porque nosotros desde principios del siglo XX venimos hablando del país rentista y del modelo rentista. Y hemos tenido ese modelo con la cuarta y con la quinta República. Ese modelo nos ha marcado a nosotros. Es lo que el doctor Rodolfo Quintero llamó “la cultura del petróleo”, que yo creo más bien que es una sub cultura.

En todo caso, hablar de un modelo post petrolero es importantísimo, es un cambio radical en la visión del país y por supuesto, allí necesitamos el concurso de todos y todas las venezolanas porque no es cualquier cosa. Es un cambio profundo en lo económico, en lo social y en lo cultural.

¿Qué mensaje le envía a ese sector de la población que no cree en la convocatoria a la Asamblea Constituyente?

Nosotros siempre respetamos su opinión. En la comisión y en la discusión se pueden incorporar otros ejes de los sectores que quieran plantearlo, para eso está abierta. En cuanto a esos sectores que no creen por la razón que sea, bien sea porque no creen en los factores políticos o por escepticismo, nosotros los invitamos a participar también. Puede ir o no después a las elecciones o no presentar candidatos, pero sí los invitamos a los debates donde vayan a darse. Es importante que todos nos escuchemos, ellos a nosotros y nosotros a ellos.

¿El chavismo está preparado para esta convocatoria?

El chavismo después del primer impacto está celebrando esa convocatoria y ya se está desplegando por todo el país. Nosotros tenemos una experiencia constituyente muy rica de hace 18 años, por iniciativa del Comandante Chávez. Además una experiencia electoral de unas 20 elecciones que se han hecho, de las que hemos ganado 18. Cuando nosotros hemos ganado, nosotros hemos cobrado. Pero cuando hemos perdido, hemos pagado y hemos reconocido la derrota. Derrotas que no han sido cualquier cosa: sufrimos una derrota cuando propusimos nada menos que una reforma a la Constitución y cuando perdimos la Asamblea Nacional, tampoco fue poca cosa y lo reconocimos en el mismo momento. En el aspecto regional, cuando hemos perdido estados muy importantes desde el punto de vista poblacional o económico, también lo hemos reconocido. Como el estado Miranda con Capriles Radonski o el Zulia con Manuel Rosales. En este nuevo reto constituyente nosotros respetaremos la decisión del soberano, nos favorezca o no.

DesdeLaPlaza.com/Simón Herrera Venegas