No dejes que tu gato se enferme por las bolas de pelo, aquí te mostramos lo que puedes hacer

Nuestros gatos con frecuencia se asean, y cuando lamen ingresan a su sistema digestivo bolas de pelo que pueden quedar atrapadas en su estómago, debido a que no se pueden digerirlas, aunque suelen expulsarlas de forma normal, muchas veces pueden quedar atrapadas y ponen en riesgo la vida de los felinos.

Para evitar que las bolas de pelo en los gatos causen daños, te mostramos cinco formas que puedes aplicar para que no ocurra este problema:

1.- Debemos cepillar o peinar el pelaje de tu gato por lo menos unos minutos al día. De esta forma tus gatos no ingerirán pelos sueltos. Además, así no los soltará por todos los rincones de la casa.

2.- Lubricación intestinal En el mercado existen diferentes productos especiales para lubricar en intestino de los gatos, como vaselinas o aceites con sabor a atún. Esto ayudará a que los pelos pasen con más facilidad a través del aparato digestivo. Es importante que para realizar este proceso, consultes con un veterinario.

3.- Alimentos con fibra: Estos facilitan el tránsito intestinal de los gatos. Hay muchos tipos de galletas ricas en fibra sumamente ricas para ellos y también le aportan nutrientes. Se debe considerar que esta no es una alimentación base sino un suplemento para la digestibilidad.

4.- Hierbas: Un gato que vive en un lugar con temperatura constante y donde no hay plantas, suele lidiar con las bolas de pelos. Comúnmente ellos, al igual que los perros, buscan comer grama para purgarse y expulsarlas. Hay que tener cuidado de que no consuman plantas venenosas.

5.- Malta: No es la que el ser humano consume normalmente. Esta es derivada de la cebada y su presentación es en pasta. Su color es oscuro y se le da al animal dos veces por semana, aunque el felino debe ingerirla dependiendo de su estilo de vida y pelaje.

Bolas-de-pelo-en-los-gatos

¿Cómo saber?

Normalmente los gatos que están siendo afectados por las bolas de pelos muestran un malestar generalizado con vómitos, gastritis, estreñimiento y falta de apetito. Si notas que tu mascota tiene alguno de estos síntomas, no dudes en acudir a un veterinario para aplicar un tratamiento.

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