Keeping Up with the Kardashians antes de que lleguen «Las Ricardas»

“La televisión es el primer sistema verdaderamente democrático y completamente gobernado por lo que quiere la gente. Lo terrible es, precisamente, lo que quiere la gente”.
― Clive Barker 

Antes de arrancar con esta entrega haremos una dinámica sin ningún grado de dificultad para que puedan entender la magnitud de esto que les voy a contar:

Concéntrense y no piensen en absolutamente nada, imaginen que una cámara les graba y mantengan el pensamiento, ahora inhalen, y exhalen.

Inhalen una vez más y exhalen para finalizar ¡listo! por eso que acaban de hacer a las Kardashian-Jenner les dan plata hasta decir basta. Es decir, su cuenta bancaria aumenta por llenar y expulsar aire de sus pulmones mientras de manera simultanea pavonean sus vidas en un reality show. ¡Qué mantequilla!

Kimberly, Kloé, Kendall, Kourtney y Kylie son las hermanas más influyentes de la televisión, atrás quedaron las Olsen y hasta las Chicas Superpoderosas, 11 temporadas en la televisión lo confirman (y posiblemente mientras lees esto el número haya aumentado). El fenómeno de Keeping Up with the Kardashians es real y aunque suene cliché pica y se extiende.

Y es que cuando un capítulo se centra en el día que una Kardashian paralizó toda su agenda para inyectarse botox y el mundo lo aplaudió y el rating se disparó significa que algo han logrado.

De hecho si se ponen a pensar el show es hasta educativo, sí, pero no en este país, ni muchos menos en este planeta. Y deja bastante claro que si quieres convertirte en la nueva Kim Kardashian be ready to hacer el ridículo y si quieres éxito real siendo «la reina del selfie» prepárate para no usar las neuronas.

¿Si acá en Venezuela hacen un show que siga la fórmula de las hermanas funcionaría? Por supuesto que sí. La versión criolla se llamaría «Las Ricardas» y se vendería como «ellas son ricas y… están ricas». Tendrían una casa en Higuerote, comerían empanadas en Las Mercedes, comprarían jabón pa’ lavar por internet y nunca presumirían de su día de botox, porque sabrían que un malandro se lo exprime de la cara, se monta en su moto, la arranca y en el camino va pensando cómo venderlo.

En conclusión ni las Kardashian, ni las Ricardas son capaces de inocular información interesante que puedas usar en un futuro, si lo que buscas son datos de interés, no pierdas tu tiempo en algo que no vale la pena, igual ellas lo seguirán haciendo porque tienen plata y hacen lo que les da la gana.

Ajá, y a todas estas, ¿cómo esas mujeres han durado tanto tiempo en la TV si todo lo de ellas es tan vacío? Simple, porque nada es más sabroso que criticar la vida de los demás.

¡Ay, mira! Van a repetir el capítulo en dónde Kim sale con Kanye por primera vez, ¡coño! ahora lo tengo que volver a ver.

 

DesdeLaPlaza.com/ Yamalit Liendo