Tal día como hoy hace 205 años Bolívar firmó el Manifiesto de Cartagena

Las causas de la caída de la Primera República y su propósito de restaurar el gobierno autónomo de Venezuela con base en la unión de la Nueva Granada fueron expuestos por el Libertador Simón Bolívar en su primer documento público conocido, el Manifiesto de Cartagena, firmado el 15 de diciembre de 1812, en el cual transmite un mensaje a las fuerzas independentistas con las estrategias a seguir para darle continuidad al proceso revolucionario contra el imperio español.

Al año siguiente de haber sido proclamada la independencia (5 de julio de 1811), la guarnición del Castillo de San Felipe, en Puerto Cabello, estado Carabobo, se insubordinó a la Primera República al manifestar su apego a la corona española, lo que produce un enfrentamiento de seis días entre patriotas y realistas, iniciado el 30 de junio de 1812.

Bolívar pierde el mando militar de Puerto Cabello y se embarca hacia La Guaira, donde junto a otros oficiales decide arrestar a Francisco de Miranda por haber firmado la capitulación ante el general realista Domingo de Monteverde el 25 de julio, sin embargo, no puede continuar la lucha desde suelo venezolano y se embarca hacia Curazao, de donde partió a Cartagena, Nueva Granada, ciudad donde preparará la estrategia para la Campaña Admirable.

En el célebre manifiesto, Bolívar critica los errores de la Junta Suprema, que subestimó las acciones del adversario español en ciudades como Coro, en Falcón, al fundar su política en “los principios de humanidad mal entendida”, que afectaron el devenir de la causa libertadora, especialmente al permitir la insurgencia de dicha ciudad que logró subyugar después a la Primera República.

Aplicando el ejemplo de Venezuela a la Nueva Granada y formando una proporción, hallaremos que Coro es a Caracas, como Caracas es a la América entera, resaltó Bolívar en el texto.

Los códigos que consultaron nuestros magistrados no eran los que podían enseñarles la ciencia práctica del Gobierno, sino los que han formado ciertos buenos visionarios que, imaginándose repúblicas aéreas, han procurado alcanzar la perfección política”, señala en el manifiesto.

Cuestiona en el texto la actitud de “clemencia” ante delitos de Estado cometidos por los opositores a la República, cuando dice a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón sucedía otra conspiración que se volvía a perdonar”, y además considera otros aspectos como la subdivisión de la Provincia de Caracas, que fomentó “una enconada rivalidad entre ciudades” y la “disipación de las rentas públicas en objetos frívolos y perjudiciales”.

Igualmente señaló la forma federal de gobierno adoptada que realmente favoreció a las facciones intestinas y a la amenaza exterior. “El espíritu de partido decidía en todo, y por consiguiente nos desorganizó más de lo que las circunstancias hicieron. Nuestra división, y no las armas españolas, nos tornó a la esclavitud”.

Comenta en el escrito que la “influencia eclesiástica” contribuyó a la sublevación de las ciudades, especialmente luego del terremoto de 1812, hecho “acompañado de fanatismo” con el que fue manipulada la opinión pública por parte de la iglesia que “logró sacar de este fenómeno los más importantes resultados”.

Ante la situación declara: “La Nueva Granada ha visto sucumbir a Venezuela; por consiguiente debe evitar los escollos que han destrozado a aquella. A este efecto presento como una medida indispensable para la seguridad de la Nueva Granada, la reconquista de Caracas”.

Bolívar concluye su planteamiento con la estrategia de reconquista, la cual se basó en las deserciones de tropas enemigas y el temor por parte de los españoles a una insurrección general en plazas como Caracas, Puerto Cabello, La Guaira, Barcelona, Cumaná y Margarita. El honor de la Nueva Granada exige imperiosamente escarmentar a esos osados invasores, persigiuéndolos hasta sus últimos atrincheramientos”.

Cerca de cinco meses después Bolívar entrará triunfante a Mérida, el 23 de mayo de 1813, donde será aclamado como Libertador y días después, el 15 de junio, dictará en Trujillo otro de sus importantes documentos, el Decreto de Guerra a Muerte.

DesdeLaPlaza.com/Agencias/RAL