Che POP: La marca registrada de un guerrillero

Hay libros que atrapan misteriosamente y a primera vista. Uno los ve, los ojea, no comprende muy bien de qué va la cosa y sin embargo, decide llevárselos a casa.

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Libro imprescindible en mi biblioteca

Con ¡El Che vive!, curioso libro-objeto del ilustrador argentino Dr. Alderete me ocurrió precisamente eso. Yo estaba en el stand de la Distribuidora Venezolana de la Cultura en la pasada FILVEN y mientras hacía la cola para pagar, me tropecé con él.

En sus páginas, un montón de ilustraciones en formato tipográfico inspiradas en la icónica imagen del guerrillero heroico Ernesto Che Guevara, interpretando diversidad de personajes, situaciones y roles. Es un libro incómodo, gracioso, invasivo, demoledor pero divertido. Todo junto, una montaña rusa, una licuadora a velocidad máxima. Cada interpretación del Che va acompañada de anécdotas, frases célebres y anotaciones expertas.

A través de la imagen que tanto deshumanizó al Che al convertirlo en una “marca registrada” que adorna cada imán de nevera, franelita o cenicero de este superpoblado planeta; logran humanizarlo de nuevo al recordarnos que antes que guerrillero fue hombre. El Che bailó, amó, jugó fútbol, leyó, recitó poemas, enamoró a las chicas y tuvo sueños tan mundanos como los de cualquiera de nosotros. Pero a veces se nos olvida.

El músico argentino-norteamericano Kevin Johansen, que se presentó en el Teatro Teresa Carreño durante el primer festival de Suena Caracas, tiene una canción del 2002 que dice así:

Todos se compran la remerita del Che

Sin saber quién fue

Su nombre y su cara no paran de vender

Parece McGuevara’s o CheDonald’s

A propósito de este libro, el propio Kevin nos dice: “Sabemos que justamente esa imagen ha dado la vuelta al mundo ya. Y ha sido explotada, manipulada, vilipendiada, de miles de formas. El Che ya ha hecho muchos comerciales, ¡nos ha vendido productos de todo tipo! ¿Qué pensaría él, El Revolucionario, convertido en un ícono pop/warholiano y sempiterno? Lo debe haber sospechado, sospecho yo. Su mirada juguetona y desafiante lo delata. Yo creo que sabía y hasta deseaba que su imagen se propagara, como quien sabe que todo suma. Ladran Sancho, señal de que ‘comulgamos’, ¿no?”

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San Che
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Skatche
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Fiebre 01 y Fiebre 02

 

Gustavo Álvarez Núñez, quien acompaña las ilustraciones de Dr. Alderete con sus textos, dice:

“La mercantilización de la figura del Che es una de las postales que nos dejó su ausencia. Hemos visto así el uso de su imagen como elemento de marketing directo en emprendimientos y cursos de identificación de actitudes, como algo que representa y sintetiza las cualidades de rebeldía y de disciplina a la vez –ventajosas en el nuevo concepto de empresa- y también como justificativo de todo tipo de disparates, de los que ya el longevo Ernesto hubiese estado totalmente horrorizado”.

Para los conservadores, pudiera resultar incómodo ver al Che haciendo de DJ o incluso simulando a un santo. Pero lo lúdico de este libro nos invita a relajarnos un poco y aprender a reírnos de nuestro propio abuso en el uso de la imagen de este héroe histórico. Si se ha convertido en un adorno cotidiano ¿por qué no verlo en una patineta?

Además, entre las ilustraciones se van recordando las apropiaciones del Che por grupos musicales como The Clash, Manic Street Preachers y Robert Wyatt, entre muchos otros. No queda por fuera el famoso tatuaje en el brazo izquierdo de Maradona o su evocación poética por parte de Julio Cortázar y Roque Dalton. Incluso la toma cinematográfica por parte de Gael García Bernal, Benicio del Toro y Antonio Banderas.

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D’Chei 01 y D’Chei 02
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Chesus

Así que este breve libro, que nos golpea a la vez que nos invita a ser cómplices, nos da permiso para hacernos del humor y soñar un poquito. Lo cierto es que la imagen del Che ha trascendido espacio, tiempo y fronteras de todas las formas posibles. Habrá quien se pregunte por el Che y decida sumergirse en su legado a partir de una imagen como todas estas que revolotean entre las páginas de ¡El Che vive!

Para mí, luego de comprenderlo, se convirtió en un libro imprescindible en mi biblioteca.

 

 

DesdeLaPlaza.com/Gipsy Gastello

@GipsyGastello