Comer en Semana santa

Llegan los días santos, santos para unos, pero para otros no tanto, la alimentación en semana santa se convierte en un negocio bien lucrativo para unos que de santos no tienen nada, y que se aprovechan de aquellos que cumplen con su ritual o tradición de estos días tan importantes para la iglesia católica. Es en semana santa cuando el precio del pescado se pone por la nubes, es cuando “en nombre de Dios” algunos hacen su agosto.

A pesar de lo antes expuesto, se debe reconocer que es una tradición importante y que cada quien entiende la espiritualidad a su manera, aunque comer pescado o no hacerlo no sea lo que te haga mejor o peor persona, pues mas importante es lo que verdaderamente lleves en tu conciencia, lo que seas como persona, y el comportamiento que tengas contigo y con tus congéneres día a día, pues de nada servirá comer pescado durante unos días al año y comportarte inadecuadamente el resto del año.

Propongo que tu alimentación en semana santa se escape del negocio que eso representa para algunos y que disfrutes del pescado solo porque te gusta comerlo y no porque sientas una obligación, que si te provoca comer una carnita u otra cosa lo hagas sin remordimiento, pues es tu comportamiento diario el que te limpiará o ensuciará el alma, son tus acciones en la vida las que verdaderamente te traerán sus consecuencias positivas o negativas.

Las tradiciones son bonitas, construyen la identidad de los pueblos, pero cuando la economía es inestable y el dinero poco alcanza y  además el negociante se aprovecha para lucrarse mas de lo normal, entonces sería bueno reflexionar un poco y entender que podemos romper con ellas sin que eso genere una crisis moral o espiritual dentro de ti mismo, que un kilo de pescado cueste cuatro mil bolívares no tiene nada de espiritual, que hagas un esfuerzo en pagarlo no te  hará mejor persona, ni mejor cristiano.

Hay tradiciones que no nos dejan ver mas allá de la realidad, y de las cuales algunos se aprovechan, en semana santa tu fe es un negocio otros.

DesdeLaPlaza.com/Rómulo Hidalgo