Homenaje al director que reinventó el cine del terror

Homenaje al director que reinventó el cine de terror
Homenaje al director que reinventó el cine de terror

La muerte del director de cine, Wes Craven, ha sorprendido a muchos, tal vez por diferentes aspectos entre ellos: la edad que tenia, la creación de su última película, Scream 4, que fue una perversa celebración de la cultura pop, un regalo a la generación que se asustó con Scream en 1996 disfrazado de relanzamiento para los que no habían nacido en 1996. Un slasher para youtubers. Nadie imaginó que un personaje tan creativo capaz de capturar (y torturar) la estupidez adolescente actual con tanto furor tenía más de 70 años.

Su influencia radicó en alejarse del terror psicológico o atmosférico. El genio del terror reconcilió el gore (tipo de película de terror y de cine de explotación que se centra en lo visceral y la violencia gráfica extrema) con la audiencia adolescente, ofreciendo una estética plástica e irreal que aseguraba y un discurso moralista del que se podía saber si estaba riendo o no. En su frase más conocida Craven decía “La películas de terror no crean miedo. Lo liberan”. Aquí una lista de 11 lecciones que nos dejó en su paso por la cinematografía.

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1. LA RUBIA SIEMPRE MUERE PRIMERO
La tradición en las cartelera cinematográfica se trataba de que las mujeres rubias siempre eran estúpidas y morian primero mientras las morenas hacían de malas. Sin embargo; Wes Craven no siguió el prototipo de estas escenas y reinventó su propio universo al deshacerse de Drew Barrymore, una chica rubia en una resaltante primera escena que dejaba la saga en manos de dos morenas: Sidney Prescott y Gale Weathers. Como buenas morenas, ellas no iban a morir tan fácilmente.

2. GLORIA ESTEFAN SÍ QUE DA MIEDO
El director aprovechó el éxito de Scream para dar rodar un drama llamado “Music of the Heart” (“Música del corazón”), con un reparto donde Meryl Streep y Gloria Estefan participaban La película es tan predecible y tiene tantos finales falsos que mientras la miras solo deseas que todo sea una broma de Wes Craven y de repente entre Celine Dion con un cuchillo a degollar a todos los niños, dejando al hermano de Macauley Culkin para el final.

3. «ESO TE PASA POR GUARRA»
Aquí se describe el slasher un subgénero con el que el cineasta jugó y utilizó en una de las escenas más inolvidables de Pesadilla en Elm Street, Tina y Rod mantienen vínculos sexuales de forma ruidosa (es algo que según el cine sucedía en los 80, pero ahora ya no), ambos mueren. En este subgénero del terror la virginidad es recompensada con la supervivencia, y la gente que se entrega a la pasión está condenada. Nancy es la única que sobrevive por negarse a los deseos carnales de su novio Glen.

4. EL POSMODERNISMO (COMO LA MUERTE) ESTÁ DONDE MENOS TE LO ESPERAS
Craven rompió con la narración convencional temporal o espacial sumergiéndose en el posmodernismo al emplear la técnica de tener finales falsos en sus películas y al comienzo también de «secuelas dentro de la secuela») Esa autoconsciencia es lo que convierte a Wes Craven en un autor.

5. NO VACILES A TU ASESINO
Todos tenemos un amigo que se cree tan gracioso que comparte todos los mensajes que  le pasan por la cabeza. Ese que hace que cada vez que miremos el móvil tengamos «73 mensajes sin leer» en los grupos de Whatsapp. El único consuelo que nos queda es que en el hipotético caso de ser asaltados por un asesino en serie, él sería una de las primeras víctimas. El asesino no ha hecho un corte eléctrico, unas ventanas atascadas y unos discursos ingeniosos para que llegue el gracioso a ridiculizarle.

6. ANGELA BASSET ES INMORTAL
Hay varias cosas que Wes Craven rodó que realmente nadie quería ver: Drácula 2000, la cara nueva de Courteney Cox en Scream 4 y Un vampiro suelto en Brooklyn. En ella, Eddie Murphy interpretaba a Eddie Murphy con colmillos y Angela Basset aparecía como una policía que se enfrentaba al dilema de seguir con su vida normal o ser inmortal y tener poderes pero teniendo que aguantar a Eddie Murphy durante toda la eternidad. La cara de Angela Basset en American Horror Story: Coven deja claro que no ha envejecido ni un solo día desde entones. Magia negra.

7. «ESTA NOCHE HE DORMIDO FATAL»
Wes Craven revolucionó el cine de terror (por primera vez) apoyándose a un miedo universal: la vulnerabilidad de ser atacado mientras duermes. Forma de impresionar a su público mediante el famoso personaje Freddy Kruegger, cientos de personas en el mundo lo recordarán desde sus infancia y adolescencia al momento de dormir era un verdadero manojo de nervios no dejar de mirar esa imagen del personaje acorralando a sus victimas mientras dormían.

8. SIDNEY PRESCOTT NO ES TRIGO LIMPIO
Fue una secuela donde el personaje de Neve Campbell ya era toda una experta a la hora de luchar contra un psicópata con la máscara de Ghostface. Tras dos secuelas, ella ya ha aprendido los trucos, Sidney Prescott que no va a permitir que nadie le haga vivir con miedo.

9. VER MORIR A TORI SPELLING ES EXTRAÑAMENTE SATISFACTORIO
Tori Spelling se convirtió en un mito de nuestra generación al darse cuenta con increíble rapidez de que su futuro era ser una estrella casposa y operarse para parecer un travesti. Su aparición en Scream 2 como protagonista de Puñalada interpretando a Drew Barrymore dan ganas de que Tori muera (fatal, como todo lo que hace) en todas las películas de terror.

10. JOHNNY DEPP TIENE UNA CARA NORMAL
El actor Johnny Depp aparecía en Pesadilla en Elm Street , el novio de Nancy, sin maquillaje . Su muerte, absorbido por su propia cama, nos hacia morir de miedo cada vez que íbamos al pueblo y nuestra abuela nos ponía a dormir en colchones de lana que se hundían demasiado.

11. RECHACE IMITACIONES
Constantemente Wes Craven estaba creando nuevas formas de abordar el celuloide, en sus personajes se podía notar en cada secuela, mientras los cines se llenaban de slashers donde abundaban las estrellas televisivas de buen aspecto físico tal como como las cintas:Sé lo que hicisteis el último verano, Leyenda urbana, San Valentín de muerte, Destino final. Todas mantenían las mismas reglas que ya de antemano conocía el espectador, mostrando muertes rocambolescas (imposible conducir detrás de un camión que transporte troncos de árbol desde entonces) y estructurando la película en torno a una muerte por secuencia.

Para Wes que lo copiarán no era ningún inconveniente, sentiría satisfacción al notar que su trabajo era tomado en cuenta y poseer una capacidad de influencia en tantos directores (de la saga Pesadilla en Elm Street salieron Frank Darabont o Brian Helgeland), porque su objetivo siempre fue el público. Como decía Roger Ebert, las mejores películas son las que no te engañan, y Wes Craven siempre fue honesto y respetuoso con el espectador, al que le daba exactamente lo que había ido a buscar. Su parodia de los adolescentes nunca era condescendiente, y por eso siempre que queramos reunirnos con nuestros amigos de toda la vida para ver películas de terror, Wes Craven estará en los créditos.

DesdeLaPlaza.com/VanityFair/NR