Más culto serás tú…

A lo largo del siglo XX hubo una polémica, o mejor una discusión muy interesante alrededor del concepto de cultura y del concepto de persona culta. Uno de los puntos de partida de esta discusión es una frase del Apóstol de Cuba José Martí, quien dijo una vez que había que ser cultos para ser libres.

Se originó una confusión alrededor de esta frase, y en cultura siempre es interesante que hayan polémicas y desencuentros, porque de otra manera estaría muerto el panorama. La frase encierra dos conceptos fundamentales para las concepciones políticas y para las luchas de emancipación de los pueblos. Cultura y libertad.

Martí fue parafraseado en incontables oportunidades para proyectos educativos, lemas políticos, programas culturales y hasta para publicidad engañosa acerca de la cultura.

Lo cierto es que la idea de ser culto se ha manejado la más de las veces como la condición o capacidad de adquirir ingentes cantidades de información a través de varios mecanismos legitimados por la sociedad. Más culto es quien más contenidos ha podido albergar en su cerebro y en su alma. Pero esta mala interpretación va más allá.

Llama más fácilmente cultura a los contenidos foráneos, extranjeros, distantes y legitimados por los grandes centros de poder. Así, se es más culto mientras más se sabe de las metrópolis ex coloniales. Mientras que saber de los chimbangles, la chicha andina, las hamacas de curagua o las grafía yekuanas, sería un simple acto de exotismo, de curiosidad antropológica y hasta de excentricidad estética. Esta creencia profundamente colonial aún persiste entre nosotros, y hasta las instancias gubernamentales la dejan ver de vez en cuando.

Y no estamos exagerando. En los años 60 el poeta Aquiles Nazoa llama la atención sobre una muestra de arte africano, que en lugar de ser mostrada en el Museo de Bellas Artes, fue mostrada en el Museo de Ciencias. Algo realmente insólito. Pero esto se volvió a repetir hace unos años cuando la reapertura del Museo de Arte Contemporáneo se hizo con la muestra fastuosa de la Suite Vollar de Picasso mientras que en el Museo de Ciencias se abría una exposición sobre elementos de nuestras culturas originarias.

Dirán algunos que fue una coincidencia, o un desliz institucional. Eso quedará para los investigadores, pero lo cierto es que la concepción de culto y de cultura todavía porta grandes trazas de colonialismo las cuales hay que seguir transformado para que entendamos la cultura como un acto liberador y creador hecho entre todos.

DesdeLaPlaza.com / Oscar Sotillo Meneses