10 personajes literarios que dieron nombre a una enfermedad

En la literatura, los personajes peculiares son frecuentes, y en ocasiones, muy queridos. Una niña superoptimista, ¡qué envidia!, otro que no quiere crecer, ¿y quien quiere?, una chica con trenzas larguísimas, ¡preciosa! En la vida real, sin embargo, parecerse a Pollyanna, Peter Pan o Rapunzel puede ser considerado una enfermedad, o al menos, un síndrome (un conjunto de síntomas que no se corresponden, necesariamente, con una única enfermedad).

Algunos son físicos y otros psicológicos, algunos están ya integrados en la patología médicas y otros son nuevas acuñaciones, pero todos hacen la vida del que los sufre bastante miserable.

Hoy repasamos 10 síndromes cuyo nombre ha sido inspirado por un personaje literario.

1. Síndrome de Pollyanna

El personaje: Pollyanna era ese niña un poco cansina protagonista de una novela homónima de Eleanor H. Porter. Huérfana, pero educada en el optimismo, le gustaba jugar a encontrar el lado bueno de cualquier situación, por catastrófica que fuera.

El síndrome: consiste en un optimismo enfermizo, que te lleva a poner en riesgo tu propia vida, ante la creencia absoluta en que “nada puede salir mal”.  Aunque se usa de forma habitual, no es un término oficial.

Bonus track: también existe el principio “Pollyanna” que es el nombre que se le da al hecho de que recordemos mejor los acontecimientos positivos que los negativos.

2. Síndrome de Peter Pan

El personaje:  Peter Pan es el protagonista de la obra de teatro ‘Peter Pan, el niño que no quería crecer’ de James Matthew Barrie, un niño que vive en el Pais de Nunca Jamás, vive fantásticas aventuras, y nunca llega a la juventud.

El síndrome: quizá sea el más conocido de todos los que veremos hoy aquí, mal inevitable de la vida moderna, y que se caracteriza básicamente por la inmadurez. Aunque ha sido aceptado por la psicología popular, no se corresponde realmente con ninguna enfermedad ni trastorno.

3. Síndrome de Dorian Gray

El personaje: El protagonista de la novela de Oscar Wilde ‘El retrato de Dorian Gray’ vende su alma al diablo a cambio de no envejecer nunca.

El síndrome: No está aceptado como condición médica, pero se conoce con este nombre un trastorno dismórfico corporal en el que, el que lo sufre, se obsesiona con sus supuestos defectos físicos y el envejecimiento.

4. Síndrome de Alicia

El personaje: La protagonista de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, de Lewis Carrol, cambiaba de tamaño tras beber la poción “Bébeme” y comer el pastel “Cómeme”.

El síndrome:  los aquejados de este síndrome neurológico ven las cosas (y hasta sus propias partes del cuerpo) más grandes o pequeñas de lo que son en realidad y no hay poción o tarta que las vuelva a su tamaño original. Suele ser consecuencia de grandes migrañas, tumores cerebrales o abuso de drogas.

5. Síndrome de Rapunzel

El personaje: Rapunzel es la protagonista de un cuento de hadas de los hermanos Grimm, famosa por sus largas trenzas, que permitían a su amado trepar hasta la torre en la que vivía encerrada.

El síndrome: no consiste en tener unas trenzas preciosas, por lástima. Es un problema que solo atañe a los que padecen tricofagia (comen compulsivamente pelo) y consiste en que ese pelo acaba formando una bola en el intestino, dando lugar a todo tipo de problemas -sin cirugía, acaban muriendo-.

6. Síndrome de Pickwick

El personaje: Joe Pickwick es un niño gordo y narcoléptico que aparece en la primera novela de Charles Dickens, ‘Los papeles póstumos del club Pickwick’.

El síndrome: conocido oficialmente como Síndrome de hipoventilación y obesidad, es una afección de las personas obesas con una respiración deficiente, que se traduce en somnolencia y dolores de cabeza.

7. Síndrome de Otelo

El personaje: el protagonista de la obra ‘Otelo’, de William Shakespeare, mata a su mujer porque piensa (erróneamente) que le está siendo infiel.

El síndrome: también conocido como celopatía o delirio celotípico, los sufren aquellos que se obsesionan con que su pareja les es infiel, a pesar de que todas las evidencias prueban lo contrario. Suele asociarse a alcoholismo, desordenes neurologicos, y enfermedades mentales, y los pensamientos suicidas y homicidas son frecuentes.

8. Síndrome de Munchausen

El personaje: El protagonista de ‘Las sorprendentes aventuras del barón Munchausen’ (de Rudolf Erich Raspe) se inspira en un personaje real: un oficial de caballería alemán famoso por su capacidad de invención.

El trastorno: Las personas con este síndrome, aunque sanas, tratan de convencer a los demás de que no lo están, e incluso se producen autolesiones para conseguirlo. A diferencia de los hipocondriacos, ellos realmente saben que no están enfermos, pero buscan así conseguir atención.

9. Síndrome de Cenicienta

El personaje: la protagonista de este cuento de hadas tradicional (popularizado por los hermanos Grimm) vive con una madrastra y unas hermanastras que le hacen la vida imposible.

El trastorno: lo sufren aquellos niños que se inventan historias exageradas sobre como sus padres adoptivos o padrastros los maltratan. También existe el Complejo de Cenicienta, que consiste en miedo a la independencia y deseo de ser guiado por otros.

10. Síndrome de Huckleberry Finn

El personaje: el mejor amigo de Tom Sawyer, protagonista de ‘Las aventuras de Huckleberry Finn’, de Mark Twain, es un chico inteligente que, tras ser educado por un padre borracho, tiene problemas para encajar en la sociedad.

El síndrome:  lo tienen aquellos adultos que son incapaces de tomar decisiones (no confundir con el de Peter Pan) y asumir cualquier responsabilidad. Normalmente se relaciona con un rechazo parental en la infancia.

Bonus Track: el síndrome de Sthendhal

Este no tiene su origen en un personaje literario, sino en un conocido escritor, y es una enfermedad psicosomática que causa mareos y vértigo cuando uno observa demasiada belleza artística.

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