El veneno de abeja se posiciona como la alternativa natural al botox

Panal de abejas

Las cremas a base de veneno de abeja se han convertido en una alternativa natural al botox, los centros de belleza más exclusivos ya las ofrecen como tratamiento para eliminar arrugas y dar mayor sensibilidad y suavidad a su piel.

Deborah Mitchell, creadora de los productos de la marca Heaven, Mitchell ha explicado en el veneno de abejas empuja las arrugas hacia fuera dando un aspecto y una sensación de suavidad y flexibilidad totalmente opuesto al aspecto de cara sin expresión y congelada que se asocia con el botox, y que con sus cremas, a las que denomina «‘beetox» (bee es abeja en inglés) se recupera el esplendor y se rejuvenece el aspecto de la cara.

Una piel con muchas imperfecciones y acné, y su afición por las plantas y la herboristería hicieron – ha relatado- que a los 17 años se planteara crear cremas naturales para mejorar su aspecto y poco después pensó que podía aplicar las propiedades del veneno de abeja en cosmética.

El veneno de abeja contiene apitoxina, una sustancia que emplean como medio de defensa que tiene compuestos químicos que son neurotóxicos, analgésicos, vasodilatadores y hemolíticos.

Las abejas existen desde hace unos 50 millones de años, y la apiterapia, como se llama al uso terapéutico del veneno de abeja, y otros productos derivados como la miel, el polen, o la jalea real es tan antigua como la apicultura, y su práctica ya aparece reflejado en textos chinos de hace 2.000 años.

Desde La Plaza/Mujer Hoy/AMH