La cocina típica venezolana

Es un poco esnob el tema de la cocina típica venezolana, el rescate de aquellos platos que alguna vez fueron protagonistas de nuestras mesas, es un tema más de moda que de convicciones. Cuando ya casi no iba quedando más producto importado que usar, nació el discurso necesario de hacer cocina venezolana, del rescate de lo autóctono, de la reinterpretación, de la deconstrucción y reconstrucción de la cocina típica, pero no fue más que un “peor es nada”, ya que muy pocos realmente sentían que había valor en nuestra propia cultura.

Aun así la nueva cocina venezolana no se desarrollaba, pues la moda era el “rescate de lo típico” pero, ¿Qué es lo típico? ¿Qué es realmente lo venezolano? ¿Los platos cliché? ¿Lo que no se come desde hace ya 50 años o más?, o todo aquello que llamamos “comida de restaurante de carretera” porque si hay que reconocer es que la cocina típica venezolana de hoy en día ya ni las abuelas tienen muchas recetas, en cambio hay una variedad de platos que vemos aun en los mal llamados y muy desprestigiados restaurantes de carretera que sí podríamos reconocer como cocina netamente venezolana, y que no se oye a los artistas de la cocina mencionar, pareciera que fueran de tan baja categoría que no pueden ser presentados con orgullo.

El pollo guisado, la carne guisada con papas, el hígado encebollado, el bisté sudado, el arroz con pollo, el mondongo, el cruzao, el hervido de pescado, la sopa de rabo, el pescado frito, pescado guisado desmenuzado, la carne en vara,  el tere tere, las asaduras a la parrilla, la ubre asada, la lengua en salsa, el cochino frito, una sopa de arvejas, arepitas de plátano, las mandocas, las carabinas trujillanas, las arepitas de ocumo, entre otras muchas más que se comen actualmente y que forman parte de nuestra verdadera, inmensa y actual cocina venezolana. Esto sin olvidar que tenemos nuestras maneras propias de comer aquellas comidas que por influencia foránea ya se hicieron parte de nuestra cultura, las pastas, el delicioso y perfecto pasticho que nada tiene que ver con una lasaña, las tortillas de pasta y arroz por decir unas más.

También cocina venezolana es aquello que debemos empezar a crear, y en un momento como este que vivimos, es cuando más deben aflorar las ideas para que verdaderamente y de una buena vez por todas lo venezolano sea realmente venezolano, que nazca desde aquí, que sea creado desde aquí y que lo que no está a la mano sea el detonador para aprender a procesar lo que realmente nos queda, lo que dará pie a la verdadera cultura propia y autentica, que nacerá desde adentro y se convertirá en algún momento en lo que llamaremos la cocina típica venezolana de tiempos futuros, hacer a partir de ahora lo que seremos más adelante, con la cabeza en alto y con orgullo echaremos el cuento de como una gran crisis nos llevó a ser nosotros mismos y a crear lo que seamos en ese futuro.

Oportunidad de hacer, oportunidad de aprovechar al 100% los recursos y olvidar la cultura del desecho, del desprecio a lo nuestro, del que ya todo está hecho he inventado por otros, porque es el momento de inventarlo nosotros mismos.