Técnicas indispensables de primeros auxilios para salvar una vida

En muchos casos la conducta de quienes acompañan a quien sufre un accidente o alguna urgencia médica es crucial en la vida de la persona, además funciona para la atención de uno mismo ante una de estas situaciones por eso es importante conocer qué técnicas de primeros auxilios puedes realizar para ayudar, resolver y no complicar las cosas.

Su propósito es conservar la vida, evitar mayores complicaciones, ayudar en la recuperación de la persona y asegurar su traslado a un centro de salud, para iniciar en el proceso de conocimiento debes saber tres cosas fundamentales de supervivencia humana:

  1. Los humanos no sobreviven más de tres minutos sin aire.
  2. Los humanos no sobreviven más de tres días sin agua.
  3. Los humanos no sobreviven más de tres semanas sin comida.

Después de saber esto, y si se presenta alguna situación que implique no solo saber técnicas de primeros auxilios sino también métodos de supervivencia, estos tres principios fundamentales te ayudarán a idear un plan.

Aprender primeros auxilios no debe tomarse a la ligera ya que alguna vida podría depender de nosotros en algún momento, por ello toma nota de las pautas generales para prestarlos:

1) Actúa si hay seguridad respecto a lo que vas a hacer. La buena voluntad no es suficiente ya que las técnicas a aplicar son diferentes de acuerdo el caso y las necesidades de la víctima. Es necesario saber qué hacer y qué no.

2) Evita el pánico y conserva la serenidad para que puedas actuar con rapidez y eficacia.

3) No te alejes de la víctima. Si te encuentras solo solicita ayuda a los números de emergencia.

4) Efectúa una revisión general de la víctima para detectar lesiones que no viste en un primer momento.

5) Protege a la víctima y al resto de las personas del foco que origina la emergencia. Evita tomar contacto con sangre, secreciones, fluidos biológicos y materiales contaminantes o desconocidos.

6) Pon en práctica aquellas medidas de auxilio imprescindibles, entre ellas la de reanimación cardiopulmonar básica (RCP), para que mantengas con vida a la víctima hasta que llegue el personal entrenado que se hará cargo de la situación.

7) Impide más lesiones de las ya ocasionadas.

8) Alivia el dolor.

9) Ayuda o facilita la recuperación del lesionado.

Además si cuentas con un botiquín básico de primeros auxilios te facilitará la situación, pero estas son las técnicas que debes saber para salvar vidas:

Reconocimiento de los signos vitales

Lo primero que debes hacer es el reconocimiento de los signos vitales: la conciencia, la respiración y el pulso. Es importante que mantengas la serenidad suficiente mientras realizas estas comprobaciones.

El orden de exploración se basa en los criterios de prioridad:

  • Asegúrate que el aire penetra correctamente en los pulmones.
  • Comprueba si tiene pulso.
  • Detecta y controla posibles hemorragias.

Para saber si una persona accidentada o enferma está consciente debes hacerle preguntas sencillas como: ¿qué le ocurre?, ¿me oye?, ¿puedo ayudarle?, o tocarle en el hombro para ver si responde.

Si la persona te contesta es que mantiene el nivel de conciencia correctamente y por lógica las constantes vitales. Si no te responde significa que está inconsciente y que tienes que llamar inmediatamente a una ambulancia, si aún no se ha hecho, y examinar la respiración y el pulso.

Para comprobar si respira, debes utilizar la vista (mirar si su pecho sube y baja), el oído (colocarlo junto a la boca para escuchar su respiración) y el tacto (acercar la mejilla a la boca y nariz del enfermo para notar el calor del aire respirado).

Si el enfermo respira no será necesario seguir explorando los signos vitales. Si no lo hace, comienza de inmediato las maniobras de reanimación pulmonar.

Cuando una persona deja de respirar la única maniobra eficaz en ese momento es intentar introducir aire en sus pulmones. Para conseguirlo tienes que hacer lo siguiente:

  • Coloca a la persona apoyada en el suelo boca arriba.
  • Examina la boca para eliminar posibles cuerpos extraños (prótesis dentales, chicles u otros objetos que puedan impedir el paso del aire).
  • Abre la vía aérea. Para ello realiza la llamada maniobra frente-mentón: se colocan los dedos índice y corazón bajo el mentón y se presiona con el pulgar la barbilla, empujándola hacia arriba, a la vez que la otra mano se coloca en la frente empujándola hacia abajo. Con ello conseguiremos desplazar la base de la lengua para que no obstruya el paso del aire, mediante la hiperextensión del cuello. Si sospechas que puede haber una lesión de la columna vertebral, no debes mover la cabeza e intentar hacer la respiración artificial procurando mantener absolutamente inmóvil el cuello del accidentado.

Es importante que sepas que en el caso de un motorista accidentado jamás debes quitarle casco, pues si tuviera una lesión en la cervical, que es relativamente frecuente, solo empeorarías las cosas.

Comprobación del funcionamiento del corazón

Puedes averiguar el estado o funcionamiento del corazón examinando el pulso arterial. Este se comprueba en el cuello, a cada lado de la nuez de Adán, por donde pasan las arterias que llevan la sangre a la cabeza (arterias carótidas). Tienes que utilizar los dedos índice y corazón (nunca el pulgar porque se nota el pulso propio). Si no lo encuentras inicia el masaje cardíaco externo, con el que se puede sustituir artificialmente parte de la función cardiaca.

El corazón está situado en el centro del pecho, entre el esternón y la columna vertebral. Por esto, si aplicas fuerza sobre el esternón, el corazón se contraerá contra la columna vertebral y expulsará la sangre que contenga en su interior. Al dejar de presionar sobre el esternón el corazón se volverá a llenar de sangre pasivamente y así sucesivamente.

La técnica se realiza de la siguiente forma:

  • Colócate de rodillas a un lado del enfermo, a la altura de sus hombros.
  • Con los dedos índice y corazón localiza la parte inferior de las costillas en su unión con el esternón.
  • A continuación de estos dos dedos se coloca el talón de la otra mano en el tercio inferior del esternón.
  • Coloca el talón de la otra mano encima, entrelazando los dedos para evitar que estos toquen el tórax.
  • Mantén los codos siempre rectos y apoya el peso de tu cuerpo sobre las manos para que sea más fácil apretar por ayuda de la gravedad.
  • Aprieta con fuerza y rapidez el esternón para conseguir un desplazamiento vertical de unos 3.5 a 5 cm. A continuación, relaja la presión y repite otra vez.
  • Debes conseguir un ritmo de 60 a 80 compresiones por minuto en los adultos. Es importante comprimir para que el corazón se vacíe y descomprimir para que se pueda volver a llenar de sangre.
  • En caso de paro cardiorrespiratorio, es decir, aquella situación en la que la respiración y la circulación espontáneas no existan (la persona no responde, no respira y no tiene pulso), se deben iniciar las maniobras de soporte vital básico en las que se combinan las técnicas de reanimación respiratoria y el masaje cardiaco externo hasta que llegue la asistencia o se produzca la recuperación del enfermo.

Quemaduras

Normalmente se aplica dentífrico o manteca y hielo, evita utilizarlos ya que ninguno contiene efectos cicatrizantes y corres el riesgo de exponer la herida a una infección. Lo mejor que puedes hacer en mojarla en agua fría entre 10 a 20 minutos.

Hemorragia nasal

Cuando se sangra por la nariz nuestra principal reacción es echar la cabeza hacia atrás o colocar algodón para detener la hemorragia. Al subir la cabeza ocasiona que la sangre fluya hacia el fondo de la garganta, provocando tos, náuseas y obstrucción de la respiración. Al colocar algodón en la nariz, este puede desprender hilillo que se adhieran y pueda ocasionar  una infección. Para detenerla debes aplicar presión directa en la nariz apretando con dos dedos y debes colocar la cabeza en una posición equilibrada.

Esguinces, fracturas o torceduras

Al vendar una lesión debes tener mucho cuidado, debido que sino lo haces bien puedes provocar mayores lesiones. Lo mejor que puedes hacer es aplicar hielo para disminuir la hinchazón, evita el calor en este tipo de lesiones.

Heridas

Para limpiar una herida lo más aconsejable es hacerlo con agua y jabón o suero fisiológico. Evita utilizar alcohol o agua oxigenada, ya que esto puede provocar una reacción y dañar el tejido de la piel haciendo que la cicatrización sea más lenta.

Convulsiones

No coloques un objeto en la boca para evitar que la persona se muerda la lengua porque de acuerdo con varios expertos, esta acción es errónea, debido que no tiene un efecto anticonvulsionante y puede provocar un atragantamiento. Lo aconsejable es alejar a la víctima de cualquier objeto para que no se haga daño y ponerla de lado.

Mareos

Debes ayudar a que el sistema se mantenga en equilibrio y estabilidad, así que debes acostar al afectado boca arriba y colocar las piernas en alto para que la sangre fluya al corazón.

Ante toda hemorragia

Las hemorragias por heridas pequeñas suelen detenerse en breves minutos al efectuar una presión sobre el punto sangrante con un trapo o un pañuelo, que debe estar lo más limpio posible.

Para detener la hemorragia de una arteria, hay que ejercer una presión enérgica sobre el punto sangrante y mantenerla hasta que el enfermo reciba un tratamiento médico apropiado. Presiona con un trapo limpio o utiliza la mano si no hay ninguna otra cosa disponible. Pon una venda en la herida si es posible. Si la sangre empapa las vendas presiona más fuerte hasta que se detenga.

No retires las vendas empapadas porque arrastrará el coágulo en formación, pero si es necesario colocar otra encima. Si con la compresión directa sobre la herida no se consigue detenerla, se puede intentar comprimir la arteria que lleva la sangre hasta la herida, especialmente en las hemorragias de las extremidades. Además se debe tumbar a la persona, preferiblemente con la cabeza más abajo que el cuerpo. Esto asegurará que llegue suficiente oxígeno al cerebro. Si es posible, coloca la zona de la herida más alta que el resto del cuerpo de forma que la presión se reduzca.

En caso de asfixia

La obstrucción de la vía aérea puede ser incompleta o completa. En el caso de una obstrucción incompleta la persona suele mostrarse agitada, con tos importante. No debemos dar golpes en la espalda del individuo ya que podríamos provocar que el cuerpo extraño penetre más profundamente y se instaure una obstrucción completa.

La mejor forma de abordar este problema es utilizar la maniobra de Heimlich, que se realiza de la siguiente forma: colócate de pie detrás de la víctima, ponga los brazos alrededor de su cintura y doble el cuerpo de la persona hacia delante. Si eres tú quien se ha atragantado, coloca un puño cerrado sobre tu ombligo y la otra mano encima. Empuja a continuación con la primera mano hacia el estómago. Repítelo hasta que el objeto atrapado en la garganta sea expulsado por la boca.

Saber y aplicar estos conocimientos pueden salvar tu vida o la de otros no escatimes en aprenderlas y empodérate de técnicas de gran utilidad.

DesdeLaPlaza.com/Agencias/AM

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