Agrega esta rutina de limpieza a tus brochas de maquillaje y salva tu rostro de bacterias

A diario comenzamos el día haciendo el ritual de limpieza en el rostro y como segundo paso la rutina de maquillaje para salir a darle la cara al mundo. Pero, ¿sabes tú cuantas bacterias se alojan en las brochas de maquillaje que usas? 

Las brochas son la compañía cotidiana de muchas mujeres  y merecen, al menos de vez en cuando la atención.  Aventurate  a limpiarlas.

Para que lo hagas hasta con los ojos cerrados, te presentamos en tres simples pasos, cómo dejarlas impecables.

1.- Humedece tus brochas

Limpieza

Comienza por mojar las cerdas de tus brochas con agua tibia, sin importar si son de fibras sintéticas o naturales.

Eso sí, asegúrate de que el agua corra por las puntas sin tocar el pegamento para evitar que se desprendan. Si bien puede parecerte en los primeros lavados que no pasa nada, con el tiempo tu brocha quedará completamente calva, si no tienes cuidado.

2.- Seca tus brochas

secado de brochas

Una vez que hayas mojado las brochas, es importante que les quites todo el exceso de humedad.

Para ello, busca una toalla limpia o un paño que no largue pelusa y apoya suavemene la punta de la brocha allí.

A continuación, hazla girar hasta eliminar el agua y fíjate si pierde color. En caso afirmativo, vuelve a mojar la brocha bajo el chorro de agua del grifo y repite la operación hasta finalizar.

3.- Secado final de las brochas

secado final de brochas

Cuando el agua ya salga totalmente clara y sin rastros de maquillaje, es el momento de secarlas. Tienes la opción de dejarlas al aire libre boca abajo en un lugar ventilado o bien apoyarlas sobre una toalla para que esta absorba el exceso de agua.

Nota: También da muy buen resultado colocar las brochas un buen rato en un recipiente con agua y champú de bebé. Verás que no quedará nada de maquillaje y que además las notarás suaves y perfumadas.

Si lo que quieres limpiar son las almohadillas de maquillaje, el procedimiento es el mismo que con las brochas: deberás remojarlas en agua jabonosa por un tiempo y enjuagarlas hasta remover el maquillaje del todo. Déjalas secar en un lugar ventilado al sol. Para que no pierdan su forma, evita colgarlas de broches o elementos similares.

DesdeLaPlaza.com/IMujer/MB