Andy Pérez: Hago teatro por pasión, no por reconocimiento

Andy Pérez es un actor espectacular, con todo lo que implica el adjetivo. Lo supe desde que lo encontré hace muchos años haciendo teatro por la ecología desde el Parque del Oeste “Alí Primera”. Desde entonces, he tenido el honor de ser amigo de un creador que desde los 17 años de edad integró la Compañía Nacional de Teatro, cuando yo sólo tenía 4 añitos. Ahora, luego de representar a más de 60 personajes dentro y fuera de Venezuela, me reencuentro con él en el Teatro “Alberto de Paz y Mateos” donde tiene funciones de “Oscuro, de noche” hasta el 21 de octubre, de jueves a domingo a las 4:00 pm. Entre los espejos y los estuches de maquillaje en su camerino, esto fue lo que conversamos minutos antes de su estreno.

¿Cómo es Andy realmente? ¿Cómo te veríamos Oscuro, de noche, cuando baja el telón?

En realidad, soy un poquito aburrido para lo que cree la gente de mí (risas)… Pasa que soy muy tranquilo, un poco solitario. Salgo de función y voy directo a casa, a la tranquilidad de mi espacio, donde no hay ruido, donde solo estoy yo. Nunca salgo a tomar tragos, ni a compartir con gente, ni de rumba. ¡Siempre soy el gran ausente en esos eventos porque no tomo ni fumo! En casa, reviso correo, preparo la clase del día siguiente que tendré con mis estudiantes; llamo diariamente a mi madre para saber de ella y a mi mejor amigo José Gregorio Franquiz, y luego comparto en mis redes sociales la experiencia del día. Como podrás ver, llevo una vida muy tranquila, predecible. Que si la CIA pretende buscarme alguna vez me encuentra rapidito (risas)

Tu manejo de las redes sociales te ha convertido en un influencer teatral con altísima calidad literaria. ¿A qué se debe esa situación?

El manejo que le doy a mis redes sociales no ha sido nunca calculado, ni estudiado con ese propósito como ahora lo asumen quienes sí se hacen llamar o catagolar de «influencer». Yo simplemente, un día abrí una cuenta facebook desde mi computadora y coloqué una foto donde aparecía de rodillas mostrando la redondez de mis nalgas. Y pues, quienes me han visto saben que tengo una buena retaguardia, deseada y envidiada por much@s (risas). Aquello causó furor y en una semana facebook me indicó que había alcanzado el número de seguidores permitidos (5.000) y ya no podía ni siquiera agregar a mis amigos de la vida. Empezó a seguirme un montón de gente: desde l@s más pacatos que criticaban la osadía de tener como perfil la foto de mi culo, hasta l@s más morbos@s que querían comprobar si era real. Después, empecé a publicar breves anécdotas que me ocurrían en situaciones cotidianas. Soy una persona que detesta escuchar y hablar de otros, sobre todo descalificaciones de otros. Por ello mis redes solo hablan de mí, de mis peos, mis frustraciones amorosas, mis momentazos de suerte. Escribir esas cosas fue creando lazos con quienes simplemente seguían a una foto. Entonces era el culo que hablaba, en este caso, que escribía (risas). El éxito en redes sociales ha radicado en mostrarme sin filtro. Sé que muchas publicaciones no son «políticamente correctas» pero me vale verga que no lo sean. Se trata de mí y mis necesidades de catarsi. No me estoy vendiendo, solo estoy siendo yo. Eso me hizo un poco más popular, pues quienes me seguían decidieron conocerme personalmente en el teatro. Lo rico es que no he necesitado la plataforma que te da salir en televisión o en cine como otros colegas. A mi la gente me sigue y va a verme al teatro porque soy consecuencia de las redes sociales.

¿Has pensado en publicar libros de dramaturgia u otros géneros?

Ya tengo tres obras escritas (no publicadas) y 24 cuentos, van de ficción y suspenso, me apasionan esas cosas. Quizá nunca los publique, no me interesa hacerlo. No me interesa ser escritor. Soy un intenso que escribe guevonadas un poco inteligentes.

Integras la Compañía Nacional de Teatro junto a grandiosos artistas, ¿cuáles han sido los retos individuales y colectivos en la concreción de esta política cultural?

Ha sido un gran reto colectivo poder consolidar un elenco estable. Tener un equipo de creadores, de artistas capaces de poner en marcha otra vez a la CNT, que renació en 2016. Todo país tiene que tener una compañía de teatro, así como en Venezuela tenemos la Vinotinto, la Orquesta Sinfónica, el Ballet Nacional, etc… igual debemos contar con un elenco estable, con una Compañía Nacional de Teatro integrada por actores y actrices que representen el teatro que se hace en Venezuela. El esfuerzo ha sido inmenso. No es fácil mantener y honrar los compromisos laborales de 40 actores, productores, técnicos… Siento que la Compañía en este momento está haciendo una gran labor sobre ese tema.

Y bueno, un orgullo total ser reconocido como miembro de este elenco de primeras figuras. Que un poquito lo soy, porque ya estoy mayor (risas) ya no tengo 17…(risas)

Siempre se ha dicho que el trabajo de un actor teatral implica mucho sacrificio y pocas recompensas, que los logros son efímeros y susceptible al olvido ¿Cuáles son esos sacrificios y recompensas que no olvida Andy Pérez?

Yo pienso todo lo contrario. Si esto de hacer teatro representara o significara sacrificar cosas o sufrirlas, de verdad que no lo haría. Creo que hay mucho drama, mucha postura construida a partir de eso que dicen que «la vida del teatrero es muy jodida y sacrificada»… mi vida no ha sido en lo absoluto sufrida en esto de hacer teatro. Todo lo contrario. Desde que decidí estudiar formalmente teatro en la Escuela Superior de Arte Escénico “Juana Sujo” para ser actor lo hice porque quise. Sí, es verdad que en el oficio te encuentras con momentos difíciles de creación, crisis económicas que la padecemos todos. Pero verlo como algo que implica un sacrificio mayor para la obtención de recompensas, no.

Sobre lo efímero, pues igual. Vivimos de momentos, como la vida misma (risas). Eso no me entristece, ni me hace sentir que de nada vale lo que hago, al contrario, igual puedo morir mañana y me recordarán por lo que hice. La gran recompensa, aunque suene cliché, es sentir que puedes cambiar vidas. Mas allá de esa vaina romántica que decimos siempre los teatreros que «la recompensa es el aplauso», yo creo que mi gran recompensa es poder formar espectadores críticos, que la gente salga modificada, problematizada, emocionada con los proyectos donde participo. Esa sería verdaderamente mi recompensa.

Andy Pérez

Te has caracterizado por una afanosa dedicación a la pedagogía y docencia teatral ¿Cómo hiciste el tránsito de “alumno” a maestro y cómo avisoras a las nuevas generaciones en el teatro venezolano?

Un día sentí que era oportuno empezar a compartir las cosas que sé, que aprendí y que descubrí a lo largo de mi carrera. Empecé a reflexionar sobre mi corresponsabilidad con el teatro y con dejar cosas a las nuevas generaciones. Así pasé de ser alumno a maestro.

Estudié Artes Escénicas en el Pedagógico de Caracas. Luego concursé y gané una beca (Gran Mariscal de Ayacucho) y viajé a Cuba donde hice una Especialización en Técnicas y Métodos de la actuación en la Universidad de la Habana-Instituto Superior de Arte (ISA). De regreso a Venezuela, casi dos años después, me dediqué a poner en práctica lo aprendido. Actualmente doy clases en la escuela donde me formé. Soy profesor de la cátedra Técnicas de Actuación e Interpretación en la Escuela Juana Sujo. Allí hay una cantera impresionante de talento, jóvenes promesas del teatro venezolano.

Por eso quienes nos dedicamos a esta tarea de formar, debemos exigirnos creatividad, rigurosidad, pasar por encima del canal YouTube y llegar a la máxima expresión del conocimiento técnico y teórico. Esta generación es audiovisual y, por eso, creo que debemos llegar en ese lenguaje y superarlo para que puedan dar el salto cualitativo; en principio de captar el interés y, en segundo lugar de profundizar el mar de conocimiento tan superficial que muchos jóvenes manejan al ingresar a las escuelas de teatro.

En Caracas has participado recientemente en el Festival Internacional de Teatro de Caracas, en el Circuito Teatral de Caracas y en las reuniones sectoriales que conduce la alcaldesa Erika Farías con los artistas que hacen vida en la ciudad. Sin embargo, te encuentras viviendo en el estado Miranda ¿Cómo es la dinámica teatral en este estado “dormitorio” y cuál es tu papel en el mismo?

Difícil, casi nula. En Valles del Tuy no contamos con espacios para el desarrollo de la actividad teatral. Las Casas de Cultura se han transformado en espacios socioculturales que atienden temas político-partidistas y buena parte de nuestros artistas y cultores han optado por venir a Caracas para conectarse con agrupaciones o compañías que les permitan promover sus actividades. Es una situación difícil, pues parece no haber sintonía en las políticas culturales de la nación. Lo que es o sucede en Caracas no ocurre en el interior del país. Alcaldías, Gobernaciones e instituciones «autónomas» andan en otros focos, en otros intereses distintos a los de los colectivos culturales y artistas.

Tus personajes sueles ser extravagantes ¿cómo es la asignación de papeles en la Compañía Nacional de Teatro?

En la Compañía Nacional de Teatro los actores no decidimos sobre qué personajes nos asignan. Esa es una tarea del director y del productor del proyecto.

En CNT se manejan algunos criterios como por ejemplo: todo proyecto teatral debe ser conformado por doble elenco. Siempre encontrarás, por lo menos, a dos actores interpretando a un personaje. Eso permite salir al paso ante alguna eventualidad que ocurra a algún actor o actriz por motivos de accidente, enfermedad o que pueda estar en algún otro montaje de la compañía. Aunque debo decir que, en mi caso, nunca he tenido doble elenco, no he llegado a compartir nunca mis personajes.

Luego de ser merecedor de premios como Mejor Actor en La Habana, Bogotá, y Venezuela desde la década de los 90 ¿cuál es la clave para mantener la humildad, la sencillez y el calor humano que te caracteriza como persona?

La clave está en no creerme nada. No creer que merezco cosas por lo que hago. Los reconocimientos y premios llegan, pero en la mayoría de las veces son gracias a la subjetividad de quien los otorga. No trabajo en función de premios. Me divierte y apasiona crear personajes, construir y diseñar seres de ficción que resulten creíbles. Estudiarlos, componerlos. A eso dedico mi vida. Creo que esa es la clave para estar siempre atornillado a la tierra y mantener al ego controlado. Hago teatro por pasión, no por reconocimiento.

Redes Sociales de Andy Pérez

Twitter e Instagram: @AndyPerezActor

Facebook: https://www.facebook.com/andyayan

Entrevista: José Leonardo Riera Bravo @SiMeRieraBravo

Fotografías: José Ramírez @__joseph_ramirez__

Productor: Roberto Rojas Lyon