Rotura del frenillo del pene

Se lee con mucho dolor, pero, la rotura del frenillo es una de las lesiones más comunes del pene y suele darse por una mala práctica sexual. El frenillo es un pliegue de la piel que se encuentra bajo el glande, normalmente es muy fino y sensible al movimiento, y puede desgarrarse en el acto sexual e incluso durante la masturbación por bajar la piel del pene demasiado fuerte.

Esta rotura suele provocar un dolor indescriptible y un sangrado ya que esta zona tiene una irrigación sanguínea muy elevada. En ocasiones requiere de una operación o de puntos de sutura para unir el frenillo roto.

Qué se debe hacer

Lo primero que se debe hacer es frotar la herida durante unos minutos. En ocasiones esto es suficiente para resolver el problema. En el caso de que haya sido una rotura total del frenillo se debe acudir a la atención de un médico ya que se den tomar algunos puntos de sutura para unir las partes que se haya roto.

El principal problema de la rotura de frenillo es que cuando ocurre, si no se unen bien los extremos después de haber dado los puntos de sutura, pueden aparecer problemas de insensibilidad. Es decir, es probable que después de la recuperación el pene sienta mucho menos que antes.

No todas las roturas de frenillos son iguales: algunas roturas son parciales, es decir que tan solo se rompe una pequeña parte, es decir, el frenillo sigue unido. En ese caso con dejar un tiempo de reposo, de recuperación, será suficiente para reparar cualquier microfisura del frenillo del pene.

En algunas ocasiones la formación de tejido cicatricial fibroso después de una rotura acorta aún más el frenillo: en este caso se puede proponer un tratamiento con frenuloplastia, frenectomía o como última opción la circuncisión. Este problema también puede ser tratado por otros métodos como el uso de cremas con corticosteroides y la extensión manual del frenillo. En este caso es muy importante consultar a un médico.

No obstante, para evitar todo tipo de complicaciones, así como para evitar que se rompa el frenillo del pene, es recomendable asegurarse que su pareja sexual esté bien lubricada.

Una de las recomendaciones para prevenir estas dolencias es, durante la infancia, hacer estiramientos en el frenillo, incluso con cremas, en busca de hacerla ligeramente más larga. La alternativa es la circuncisión, que acaba siendo la opción más cómoda, pues asegura estabilidad y elimina riesgos futuros.

Evitar mantener relaciones sexuales hasta la curación de la herida. Tras la curación de la herida, se puede reanudar la actividad sexual utilizando un lubricante para evitar que el problema se repita.

Orientadora en Sexología