Si Angostura nos congrega decimos feliz año 2019

“No he sido más que un vil juguete
 del huracán revolucionario que me arrebataba
 como una débil paja. Yo no he podido hacer,
ni bien, ni mal: fuerzas irresistibles
han dirigido la marcha de nuestros sucesos;
atribuírmelos  no sería justo,
y sería darme una importancia que no merezco”
Simón Bolívar
Angostura, 15 de febrero de 1819

Creo que Hugo Chávez debió sentirse ungido por el espíritu de Bolívar. Y cuando digo ungido no invoco nada esotérico, no pienso en dioses, en libros sagrados ni en profecías de Isaías o cualquier otro demiurgo. Pienso en Bolívar. En Simón de la Santísima Trinidad, en su acción y su palabra, en su promesa de regresar a América desde Roma donde Juró en el Monte Sacro y se vino al reencuentro con la Patria, con la Patria Grande, con Nuestramérica, el único lugar donde se puede “resolver la incógnita del hombre en libertad”.

El “vil juguete del huracán revolucionario”, como se sentía el ciudadano, el Libertador Simón Bolívar. “No es mi culpa ¡nadie planifica revoluciones!” dijo, pensó, ratificó varias veces Hugo Chávez y así lo dijo claramente en Moscú, aquel 14 de octubre de 2010, cuando explicaba con bolivariana sabiduría, que “las revoluciones son como los volcanes, son producto de la acumulación de fuerzas” que brotan y nos llevan “arrastrados como decía Bolívar en Angostura… Yo, decía Bolívar, tal cual, atribuirme a mí todo el bien y todo el mal ¡no! Arrastrados… la acumulación de fuerza… ¡Ungido por el espíritu de Bolívar!

Bolívar, Bolívar, Bolívar… Chávez, Chávez, Chávez… Y Angostura. Angostura 200 años después y aquel Congreso un boceto de los tiempos nuevos, de la Patria, del mejor de los gobiernos, del protagonismo del Poder Popular… “Hace 200 años a Venezuela le tocó asumir posición de vanguardia en la Revolución de Independencia liderada por Miranda” indica Chávez en aquel momento, citando a Carmen Bohorquez, militante revolucionaria e historiadora venezolana.

“Igual hoy, dos siglos después (ungidos por el mismo espíritu de aquella revolución independentista) distintas circunstancias han colocado a Venezuela de nuevo a la vanguardia de los procesos de cambio en nuestro Continente, junto a Cuba, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, y muchos otros pueblos y corrientes que se levantaron de nuevo”, señalaba Chávez en Moscú aquel año 2010, cuando participaba del foro Dos Siglos de la Independencia de América Latina y la Revolución Bolivariana: “Nos corresponde a nosotros, nos ha correspondido estos años resistir una y dos, y tres y muchas más agresiones”.

Bolívar ciudadano, Chávez ciudadano, “sin otros méritos” sino los de la igualdad, concentradas en la auténtica imagen del ciudadano, porque saben que en el pueblo reside la soberanía, la libertad, la dialéctica, la conciencia y la victoria: “En vuestras manos está la balanza de nuestro destino, la medida de nuestra gloria: ellas sellarán los Decretos que fijen nuestra Libertad. En este momento el Jefe Supremo no es más que un simple ciudadano; y tal quiere quedar hasta la muerte –proclama Bolívar en Angostura, refiriéndose a sí mismo y concluye el soldado, diciendo- Serviré, sin embargo, en la carrera de las armas mientras haya enemigos en Venezuela”.

En esta era de Bicentenarios -como le gustaba llamarla al Comandante Hugo Chávez- avanzamos al 2021 cuando recordamos la victoria militar en Carabobo. El presente es del Poder Constituyente, la Paz nos convoca y nos compete: “nuestra suerte ha sido siempre puramente pasiva, nuestra existencia política ha sido siempre nula, y nos hallamos en tanta más dificultad para alcanzar la Libertad, cuanto que estábamos colocados en un grado inferior al de la servidumbre”, explica Bolívar en su magistral Discurso en el segundo Congreso de Angostura.

Y ese mismo paladín de libertades que unge de actos históricos y palabras de enseñanzas a nuestro líder en el siglo XXI, afirma que “a pesar de tan crueles reflexiones, yo me siento arrebatado de gozo por lo grandes pasos que ha dado nuestra República”. Ese es el Bolívar del año nuevo y del porvenir. Es el Bolívar que habita y vive en Chávez, a sabiendas de que ¡Chávez es un Pueblo! Ese pueblo victorioso que, definitivamente, está llamado a acabar con todo imperio, con todo pensamiento único, y si hoy Angostura nos congrega, vamos a abrazarnos, vamos a felicitarnos, vamos a seguir luchando y desearnos ¡Feliz año 2019!

Ilustración: Xulio Formoso