TV: Ídolos de pies de barro

El problema fundamental en la televisión venezolana es que no hay trabajo o mejor dicho no hay televisión

 

Lejos quedó esa época cuando la televisión venezolana estaba llena de programas: series, telenovelas, los populares unitarios, etc, y los actores  eran relevantes por su desenvolvimiento profesional. Hoy en día las diatribas personales, un cambio de look, alguna mala respuesta o grosería en redes sociales son el detonante fundamental para que un actor o actriz se convierta en tendencia.

El problema fundamental en la televisión venezolana es que no hay trabajo o mejor dicho no hay televisión. Seguramente por esta razón muchos se han visto en la obligación de reinventarse y en medio de esa reinvención se encuentran las redes sociales, una gran fuente de empleo para actores y actrices que estaban acostumbrados a ganarse la vida en la pantalla chica.

El panorama de la televisión venezolana es desolador sobre todo si recordamos el pasado reciente. No hace falta irse muy atrás en el tiempo para entender que hasta no hace mucho la vida era otra tanto para actores como para televidentes. Había una programación que podías elegir ver o no y los actores tenían trabajo en lo suyo, actuando, no vendiendo productos en Instagram.

Bien es cierto que muchas producciones nacionales dejaban mucho que desear, sin embargo, también habían reductos de calidad, espacios que marcaron pauta en lo que fue el entretenimiento hecho en Venezuela.

Lo curioso de nuestros tiempos es que además de las figuras de siempre, que han tenido que reinventarse haciendo teatro y publicidad en redes, existen nuevos protagonistas del entretenimiento nacional. Gente que ha surgido en estos años por obra y gracia de las redes sociales y que han encontrado (para bien o para mal) su lugar. Personas que son tendencia todas las semanas, pero no necesariamente por algún nuevo logro actoral.

No hay necesidad de decir nombres, todos sabemos quienes son influyentes en redes, quienes saben imponerse semana tras semana con noticias sobre su persona y actividades.

Como es natural es imposible no preguntarse si realmente estas personalidades tendrían cabida en lo que fue el mundo del espectáculo nacional.

¿Estos nuevos ídolos podrían trabajar representando a personajes de Rómulo Gallegos como lo hicieron en su momento Marina Baura y Doris Wells? ¿La popularidad de estas nuevas estrellas tiene que ver con sus méritos artísticos o su talento para el escándalo?

Si las cosas cambian y llega el día en que la televisión vuelve a ser un negocio en Venezuela, veremos si nuestros nuevos ídolos tienen condiciones artísticas o simplemente se sostienen con la fuerza endeble de sus pies de barro.

@luisauguetol