La Manada: La otra cara de la justicia

Hemos visto como los partidos que defienden la integridad de la mujer alzan su voz con más libertad y autoridad. El mundo está lleno de femicidios, muchas jóvenes mueren violadas, otras sobreviven pero deben pasar el proceso más difícil. Comprender que ha ocurrido y cómo deben aceptarlo.

Cinco jóvenes de Sevilla (José Ángel Prenda, Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero, Ángel Boza y Antonio Manuel Guerrero) apodados “La Manada” por su grupo de whatsapp decidieron tener una conversación a través de esta aplicación de como tener sexo con una mujer entre todos por diversión.

«Quillo, en verdad follarnos a una buena gorda entre los cinco en San Fermín sería apoteósico. Prefiero follarnos a una gorda entre cinco que a un pepino de tía solo».

En España el 7 de julio de 2016 en las festividades de San Fermín, lo hicieron. Tuvieron relaciones sexuales con una madrileña de 18 años pero sin ella haber dicho que sí. Los mensajes fueron revelados por la cadena Telecinco a casi dos años de la violación. Ella por su seguridad, mantiene su identidad en anonimato.

¿Cómo ocurrió?

En el acto de «Tribunal de mujeres contra la violencia machista» organizado por la Plataforma 7N contra las violencias machistas, se hizo público el aterrador relato de todo lo que vivió en su violación múltiple. Cada una de sus palabras manifestó la sumisión que sostuvo durante el atroz acto consumido por el temor y el estrés postraumático que vivió rodeada de asco y desagrado de sí misma, sin comprender “por qué había sido ella”

La justicia toma el caso

Desde el 7 de julio de 2016 hasta el presente son muchas las jornadas de proceso judicial. El jueves 26 de abril de 2018 fue manifestada la sentencia, el resultado: El acto atroz no fue una violación sino “un abuso sexual” y la condena es de nueve años de prisión para cada uno. Sin embargo, aún siguen estudiando el caso.

El miércoles 7 de noviembre de este año se presentó otro acto, mucho más duro y cuestionable. Los magistrados de la Sala de lo Penal y lo Civil del Tribunal Superior de Justicia de Navarra; con Joaquín Galve (presidente del TSJN) a la cabeza, se reunieron para culminar el trabajo de estudio. Entre las posibles opciones está que los jueces mantengan la misma condena por abuso sexual; agravarla, como reclama la acusación particular en caso de que se vuelva a estimar que no hay agresión sexual, o absolver a los cinco condenados por considerar que hubo consentimiento por parte de la chica.

La otra cara del delito

Uno de los miembros de la manada, Ángel Boza el 1 agosto robó unos lentes (gafas) en un centro comercial de Sevilla.

Ha sido sentenciado a 4 años de cárcel y se enfrenta al pago de una multa de 300 euros por  leve lesiones a los guardias de seguridad que lo siguieron hasta el estacionamiento, así como en concepto de responsabilidad civil, debe pagar una indemnización de 232 euros a uno de los dos vigilantes que la ha exigido.

El acto delictivo tuvo resultados inmediatos, no necesitó estudios ni múltiples actos en un tribunal, pero por haber violado junto a cuatro hombres más, a una joven, ha tardado 2 años.

Aquel día uno de los integrantes le robó el teléfono a la víctima para que ella no denunciara. La Manada no asesinó, pero no existe una prueba que afirme que no lo harán con otra víctima.

La chica violada “quiere olvidar” y pasar página de la pesadilla vivida el 7 de julio de 2016. Ella no fue asesinada, pero su alma ha sido destruida, sus derechos fueron masacrados y sus pensamientos perturbados. Hoy ella enfrenta uno de los cargos más difíciles, sobrevivir con el recuerdo de aquél día y seguir con su vida. Una vida en donde pueda sentirse bien.

DesdeLaPlaza.com/AF