AMLO cambia la historia: frena a empresarios antes de tomar posesión del cargo

«Democracia y rectitud» así definen los habitantes mexicanos la decisión de paralizar la construcción de un aeropuerto en la capital, tomada por el presidente entrante de México Andrés Manuel López Obrador que tomará posesión el 01 de diciembre de 2018. Todo inició con la puesta en referendo de la construcción de un aeropuerto nuevo en Texcoco, un suburbio de la capital, que fue colocado en marcha en el 2014 por el presidente saliente Enrique Peña Nieto con el propósito de contribuir a agilizar el tráfico aéreo en el aeropuerto de la Ciudad de México que actualmente se encuentra saturado.

El presidente electo López Obrador propuso abrir otra estación en la base aérea militar de Santa Lucía en el sur de la capital y además reacondicionar el actual aeropuerto operativo de la Ciudad de México, con el fin de eliminar la corrupción, especulación y posible mafia empresarial que ha traído consigo la construcción del Aeropuerto en Texcoco.

La boleta de votación del referendo incluía una sola pregunta:

“Dada la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ¿Cuál opción plantea usted que sea mejor para el país?”.

Se ofrecían dos alternativas:

  • Primero, Santa Lucía, que implica además reacondicionar el aeropuerto capitalino y el de la vecina Toluca.

Segundo: continuar la edificación del nuevo en Texcoco y dejar de usar el actual.

Los resultados del proceso fueron a favor de no continuar con la construcción de la obra del nuevo aeropuerto en Texcoco y por el contrario iniciar las labores en Santa Lucía y reacondicionar el antiguo aeropuerto de la Ciudad de México.

Con una diferencia significativa de aproximadamente 70% y 30%, participando casi 2 millones de personas, los votantes decidieron, lo que pone a Obrador en una posición adecuada para paralizar la obra de Texcoco y como así lo eligió la gente iniciar con el proyecto de Santa Lucía y reestructuración del aeropuerto de la Ciudad de México, según el portal “mundo” de América latina.

Asimismo el presidente entrante muestra que el inicio de su gobierno será de cara a los empresarios que han tomado parte en la política del país y hacen sus negocios a costilla del estado. A pesar de las fuertes críticas que ha tenido Obrador principalmente por parte de este sector sobre todo en cuanto a la afección económica que traerá esta decisión según ellos, no se quedó atrás y colocó en manos de una consultora francesa reconocida (Gracias a la alianza que el gobierno francés pretende mantener con México) los estudios de las verdaderas pérdidas y ganancias económicas que acarrearan la paralización de la obra.

Los resultados según sus cálculos fueron que en vez de pérdida, por el contrario representará un ahorro de 100.000 millones de pesos, es decir aproximadamente unos 5.000 millones de dólares construir el aeropuerto en Santa Lucía y paralizar el de Texcoco.

Asimismo para los habitantes de los sectores cercanos a la construcción aparece la tranquilidad de saber que no se eliminarán sus campos, ya que el proyecto de Texcoco causaría un impacto ambiental irreversible, además de eliminar las fuentes de sustento de muchos campesinos. Algunos otros quedan en descontento porque no podrán vender a precios bastante elevados, como ya se venía haciendo, sus propiedades aledañas a lo que sería el nuevo aeropuerto. No obstante ha sido una campaña que ha traído López Obrador para comenzar su mandato, que inicia con desligar al sector empresarial de las decisiones políticas con democracia y participación ciudadana como protagonista.

DesdeLaPlaza.com/AG