¿Cómo controlar la ira y evitar dañar a otras personas?

La ira es una emoción que varía en intensidad dependiendo de la magnitud del estímulo que la haya producido. Puede ser desde una simple irritación hasta una rabia exacerbada.

Como toda emoción, implica cambios fisiológicos y biológicos que incluyen el aumento del ritmo cardíaco, de la presión sanguínea y de los niveles de adrenalina y noradrenalina.

Según señalan desde la web «American Psychological Association» (APA por sus siglas en inglés) la forma natural e instintiva de expresar la ira es a través de la agresividad.

Dado que la ira es una una respuesta natural y adaptativa ante las amenazas que promueve sentimientos y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando somos atacados, se puede considerar que un poco de ira es necesaria para la supervivencia, según los psicólogos estadounidenses.

El sitio web de la Asociación Canadiense de Salud Mental (www.cmha.ca), una de las organizaciones de voluntariado más antigua de Canadá, elaboró una lista en la que menciona algunas estrategias útiles para controlar la ira y superarla, sentimiento que en ocasiones nos bloquea y puede hacer que dañemos a personas que queremos e incluso a nosotros mismos.

1. Dejar la situación que nos vuelve furiosos: de ser posible, hay que salir o dejar la situación que te saca de tus casillas.

2. Contar hasta 10: es una manera de evitar explotar y que la ira se disipe. Luego intenta explicar lo que quiera sin perder los modales.

3. Repetir frases de calma: para ti mismo repite la palabra «tranquílizate» o pregúntate «¿importará esto dentro de 6 meses?».

4. Respira profundamente desde el estómago: puede parecer simple pero ayuda a calmar la mente, ralentiza el corazón e incluso baja la presión sanguínea.

5. Piensa en otras cosas: intenta cambiar la atención hacia algo más placentero o relajante.

6. Debes ser consciente de que estás enfadado: al estar más calmado, existen maneras que ayudan a examinar los sentimientos ante una situación particular. Por ejemplo, debes ser consciente de que estás enfadado y que estos sentimientos no se irán si se dejan de lado y no se afrontan.

7. Piensa en si tu reacción corresponde con la situación: «¿qué pensaría de alguien si lo viera enfadarse en esta situación?, ¿Es esta situación realmente tan mala como para sacarme de mis casillas?». Preguntarle a alguien de confianza sobre su punto de vista también podría ser útil.

8. Analiza tus pensamientos: algunas veces lo que piensas aumenta la ira, por ejemplo al asumir que otra persona intenta herirte o molestarte cuando en realidad esto podría no ser cierto.

9. Identifica el origen de la ira: si las acciones o palabras de otra persona son hirientes, intenta lidiar con ello de forma directa, pacífica y productiva.

DesdeLaPlaza.com/RPP/AMB