Conoce las curiosidades y tips para evitar los molestos gases

Todas las personas del mundo hemos experimentado u olido alguna vez en la vida una flatulencia o gas. Pero hay mucho más detrás de ellos que sólo ruidos graciosos u olores insoportables.

Aquí te presentamos la ciencia detrás de los gases:

La composición química de los gases promedio es de 59% de nitrógeno, 21 de hidrógeno, otro 9 de dióxido de carbono, un 7 por ciento de gas metano y otro 4 de oxígeno, todos ellos elementos que los hacen inodoros. Menos del 1% hace que las flatulencias huelan mal.

El olor de los gases proviene de pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno, excrementos y amoníaco, que pueden ser olidos en 1 partícula por cada 100 millones que hay en el aire.

Los gases pueden pesar. Una persona saludable puede llegar a expeler un gas que pese 600 ml. Por lo general, una persona sana se lanza gases con una temperatura de 37 grados Celsius.

En la antigüedad, el emperador romano Heliogábalo solía darle la bienvenida a sus huéspedes haciendo un sonido particular con un cojín, un ruido similar a los gases.

Las personas herbívoras emiten más gases que las carnívoras, pero éstas tienen pedos más olorosos porque la carne tiene más proteínas.

La mayor parte de las veces el gas no huele. El olor viene del sulfuro producido por las bacterias del intestino grueso. En ocasiones el gas produce hinchazón abdominal y dolor.

No todo el mundo tiene los mismos síntomas, y probablemente depende de cuánto gas produce el organismo y cuan sensible sea la persona a los gases en su intestino grueso.

¿Qué se puede hacer frente a los gases?

Modificando la alimentación se puede ayudar a prevenir la formación o a aliviar las molestias que producen los gases. Incluso antes de consultar con el médico se pueden intentar las siguientes medidas:

1. Reducir el consumo de alimentos que producen gases.

2. La cantidad de gas producido por ciertos alimentos varía de persona a persona. La única forma de conocer los límites es mediante la observación.

3. Entre los alimentos que producen más gases se encuentran: las legumbres, las verduras como el brócoli, la calabaza, las coles de Bruselas, las cebollas, las alcachofas y los espárragos.

4. Las frutas como las peras, las manzanas y los melocotones, los cereales enteros o integrales; las bebidas con gas, la leche y sus derivados como el queso o el helado, los alimentos preparados que contienen lactosa como el pan y los cereales; los alimentos dietéticos y sin azúcar.

5. Beber agua, bebidas sin gas y caldo.

6. No beber bebidas gaseosas, agua con gas ni cerveza. Si las quieres beber, déjalas antes un tiempo en un vaso para que el gas se elimine.

7. Dos maneras sencillas de reducir la cantidad de gases son las siguientes: no comer los alimentos que producen más gases y reducir la cantidad de aire que se traga.

Todos tenemos gases dentro de nuestro cuerpo, así que no es nada de otro mundo, solo debemos cuidar nuestra alimentación y disfrutar de una vida sana.

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