Trump cede y firma orden para detener separación de niños migrantes

Para que esta ley sea aprobada debe pasar por el Senado, donde la mayoría oficialista es muy frágil a pesar de que los Republicanos controlan la Cámara

Más de 2.300 niños han sido separados de sus padres. En jaulas metálicas, lloran porque extrañan a su familia y no entienden que han hecho para que los retengan sin explicación, tampoco comprenden porqué sus padres no los van a buscar.

Entre los casos documentados en los medios, figuró el de una niña de 6 años que llamó a su tía para que la fuera a buscar, le dijo que ella se iba a portar bien y que se sentía sola, pero su tía, quien también migró de forma ilegal a los Estados Unidos hace algunos años, teme que al ir a buscarla, también la separen de su hija.

Ese es uno de los miles de casos, una de las tantas historias de niños y niñas que terminan en un “perrera”, como la llaman los migrantes, donde los infantes de diversas regiones de Centroamérica principalmente, conviven entre botellas de agua, colchonetas en el piso y unas láminas metalizadas semejantes a un papel aluminio gigante que les sirve de manta.

Sessions, el fiscal general estadounidense, quien anunció la política migratoria de tolerancia cero, apuntó que estas medidas tenían como objetivo disuadir a quienes piensen en migrar ilegalmente a Estados Unidos.«Si no quieres que te separen de tus hijos, entonces no los traigas ilegalmente a través de la frontera», señaló.

Pero el castigo, que está destinado a los padres, termina siendo aún más duro para los niños y niñas, quienes no entienden de fronteras ni problemas migratorios, solo sienten una tristeza profunda y una soledad que causa en el mejor de los casos, angustia.

La presión internacional, reforzada por los medios de comunicación a través de la difusión masiva de imágenes y videos desgarradores de menores llorando tras las rejas, obligó a Donald Trump a firmar una orden ejecutiva para detener la separación de los niños inmigrantes de sus padres cuando estos son detenidos en la frontera sur.

Con un simple «no me gustó ver a las familias separadas», Trump pretende solucionar todo el conflicto y quedar bien ante la opinión pública mundial, e inclusive ante su propia familia. Ivanka, su hija y Melania, su esposa, se sumaron al rechazo de la política del gobierno de Trump, lo que aparentemente pareció ser el determinante para que finalmente al presidente estadounidense firmara la orden que su propio gabinete instauró meses atrás, aunque a simple vista, pareciera ser parte de la misma estrategia para ceder ante la presión internacional.

Sin embargo, Trump no dijo cómo se reencontrarían con sus familias los miles de niños y niñas que ya fueron separados de ellas. El martes, un alto funcionario del Departamento de Salud y Servicios Humanos admitió que no tienen un sistema establecido para hacerlo.

Algunos niños, tuvieron la suerte de pasar sólo unas semanas separados de sus padres, a otros el castigo les duró más tiempo y pasaron meses, los miles que siguen recluidos continúan sin saber cuándo se reencontrarán con su familia y sin entender qué hicieron para que los encerraran lejos de su hogar.

DesdeLaPlaza.com/Agencias/Sajary Lozada