Se cumplen 34 años del fallecimiento de Manuel Cabré, el pintor del Ávila

Hoy se cumplen 34 años del fallecimiento del eterno enamorado del Warairarepano, Manuel Cabré, uno de los artistas de paisajismo con mayor reconocimiento en el país.

Cabré, también conocido como «El pintor del Ávila«, nació el 25 de enero de 1890 en Barcelona, España, y llegó a Caracas a los seis años de edad, gracias a una invitación que Joaquín Crespo, presidente de la República durante 1892 y 1898, le hiciera a a su padre, el escultor Ángel Cabré y Magriñá, para llevar a cabo trabajos de ornato en las obras públicas de la capital venezolana.

Inició sus estudios en la Academia de Bellas Artes en 1904 y cinco años más tarde creó junto a Leoncio Martínez, Armando Reverón, Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco y otros virtuosos en el área, el Círculo de Bellas Artes, asociación artística que surgió como un mecanismo de protesta en contra del severo sistema de enseñanza de Antonio Herrera Toro, director de la institución.

Aunque no fue venezolano de nacimiento, desde su arribo a tierras criollas este artista creció con el amor a Venezuela arraigado en el alma, especialmente, el apego a Caracas y a su característico Cerro El Ávila (cuyo nombre original es Warairarepano), el cual pintó desde todos sus ángulos y con todos sus matices.

MANUEL CABRE

Influenciado por su colega venezolano Emilio Boggio, viajó a París, Francia, en 1920 para estudiar los estilos impresionistas y cubistas europeos, lo que le permitió organizar una exposición a su regreso a Venezuela en 1930.

Manuel Cabré fue director del Museo de Bellas Artes entre 1942 y 1946. Ganador del Premio Nacional de Pintura en 1951 y el Premio Herrera Toro en 1955, además de otros galardones merecidos por la trascendencia de sus obras.

Diez de sus pinturas pertenecen al patrimonio artístico de la nación y se encuentran custodiadas por la Galería de Arte Nacional. El resto se distribuye en colecciones privadas y en fotografías que adornan textos pictóricos.

DesdeLaPlaza.com/AVN/COM