5 preguntas más frecuentes sobre el Parto Humanizado

Seguramente habrás escuchado algunos cuentos, sobre cómo es el trato hacia algunas mujeres embarazadas al momento de ingresar a una maternidad u hospital durante el trabajo de parto.

“Ella dice y que va a parir ya”, “Siéntate allí y espera a que venga el doctor”, “Ahora si lloras del dolor verdad, pero cuando lo estabas haciendo no llorabas”, o justo en el momento de las dilataciones y dolores, el médico se antoja de darle clases a los aprendices o estudiantes, sin importarle la vergüenza que pueda sentir la mujer por estar rodeada de “jóvenes” extraños, la obliga abrir la piernas exponiendo las “partes íntimas” a los ojos de “Raquel y todo aquel”, y no conforme con eso, como para terminar de avergonzarla, a muchos se les ocurre practicar un “tacto” como si de un experimento de laboratorio se tratara.

Algo así como cuando se va al baño a defecar y en plena faena, se le ocurre a alguien abrir la puerta y verte sentado en el momento más vulnerable de tu vida. ¡Interrupción total!

Pues bien, en los últimos meses muchos hemos visto y escuchado en diferentes medios de información y comunicación,  la frase “Parto Humanizado” llamado también “Parto Respetado, sin prestarle mayor atención.

Así mismo, el gobierno nacional ha impulsado un proyecto de Ley del “Parto Humanizado”, que fue presentada ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), para su evaluación, tema que en la actualidad aún se encuentra en discusión para su aprobación, sin embargo ya se han aprobado algunos artículos.

Pero… ¿Qué es exactamente el “Parto Humanizado” ?

El parto humanizado es una modalidad de atención del parto caracterizada por el respeto a los derechos de los padres y los niños en el momento del nacimiento y donde se toman en consideración como prioridad los deseos de la mujer sus los valores, sus creencias, y sentimientos respetando su dignidad y autonomía,  y no los del médico.

¿En qué consiste el parto humanizado?

Al momento del parto, una mujer necesita estar en un ambiente de intimidad, de seguridad física y emocional, completamente tranquila, relajada, sin estrés algúnos, que le permita entrar en el estado de conciencia especial propio del parto.

Se atienden hasta en lo más mínimo sus necesidades y se respetan sus derechos. Se le estimula a confiar en ella misma y en su intuición. No se le trata como a un simple objeto de trabajo ni como a una persona ignorante que no sabrá qué hacer si no se le está orientando. Se le apoya en sus decisiones y se le brinda consuelo y apoyo permanente. Se le permite la compañía de quien ella decida, su pareja, sus familiares o la persona de confianza que ella decida.

Que sea como lo dice Sheila Kitzinger: “Dar a luz es un íntimo acto de amor, y el lugar adecuado para hacerlo es un lugar donde uno podría hacer el amor”.

Cuando el momento del nacimiento ha llegado, ella puede elegir donde quiere que se lleve a cabo este evento y puede adoptar la posición que más le agrade para parir (hincada, en cuclillas, de pie, de lado, en cuatro puntos, etc.).  Puede ser en la cama, en el piso, en la silla, en el baño, donde ella lo decida y se sienta cómoda y confiada, incluso dentro del agua de la tina.

Nadie tiene que estar apurando el proceso de parto, para que puje a determinado ritmo o de determinada forma. Se le debe respetar su propio “reflejo de  eyección materno fetal” (expulsión involuntaria del bebé), el cual se presentará en el momento que debe ser. Al respetar el ritmo de pujo de la madre y evitar la salida brusca de la cabeza fetal permitimos que la vagina, vulva y periné se distiendan de manera gradual, con lo que evitamos de gran manera los desgarros perineales importantes.

Una vez nacido él bebe no deben de ser separado de la madre, de hacerlo, el bebé tendrá sentimientos muy profundos de abandono, que pueden repercutir en su seguridad, relaciones futuras y muchas veces esto llega a romper el vínculo con la mamá.

¿Quienes practican el parto humanizado?

Hay mujeres que incluso deciden ser asistidas en su casa por una obstetra o una ‘doula’, que es una persona que brinda apoyo emocional durante la gestación, el parto y el posparto, no son personal sanitario, ni realizan ningún tipo de tarea clínica. Las “doulas” no deciden por la mujer, sino que brindan información y asisten a la familia en su búsqueda de generar un ambiente favorable para el nacimiento y la crianza temprana.

La palabra «doula», proviene del griego “dula”, que significa «esclava». Posteriormente, su significado cambió a «sirvienta». En Grecia la palabra tiene una connotación negativa por su origen, por lo que muchas prefieren llamarse a sí mismas «asistentes al parto».

La presencia del médico en este tipo de parto se verá limitada solo para dar seguridad y tranquilidad por si algo se complica.

¿Diferencia entre el parto humanizado y el parto medicalizado?

1. En el parto humanizado se prioriza las necesidades, inquietudes, deseos, valores y dignidad de la mujer. En el parto medicalizado importa la comodidad del médico que la asiste.

2. En el parto humanizado la posición más utilizada es la posición vertical. La posición ‘boca arriba’ no está casi permitida. Ya que según estudios médicos, la catalogan como incómoda y dolorosa. Es considerada como anti-fisiológica, ya que disminuye el espacio por donde deberá pasar el feto al nacer. En el parto medicalizado, la embarazada es obligada a tomar la posición ‘boca arriba’ en “El potro obstétrico” (cama de parto), porque según ellos es más cómodo (por supuesto para los médicos, no para ella).

3. En el parto humanizado, hacer el trabajo de parto en posición vertical la pelvis puede abrirse más, la fuerza de gravedad ayuda al descenso del bebé y la presión de la cabeza sobre el cuello del útero, estimula la producción de oxitocina y ayuda por lo tanto a la dilatación, esta postura también permite que las articulaciones de la cadera se abran. Acostada “boca arriba”, la pelvis se aplasta y el bebé lucha por salir en contra de la fuerza de la gravedad; la vía de paso se vuelve más angosta para el bebé le cuesta mucho más trabajo bajar.

4. En el Parto humanizado debe realizarse la expulsión involuntaria del bebé ayudada por el ritmo natural de pujo de la madre, sin necesidad de acudir a “episiotomías” o cortes quirúrgicos en su periné (zona comprendida entre el ano y los órganos genitales), a menos que sea muy necesario en un caso de emergencia. En el parto medicalizado las “episiotomías” son metodos recurrentes para facilitar la salida del bebé.

5. En el Parto Humanizado La presencia del médico será solo por si algo se complica. Su intervención en el parto es mínima, y eso significa que solo se realizarán los tactos vaginales que sean estrictamente necesarios, no se realizaran procedimientos médicos o de enfermería de manera rutinaria, como la aplicación de enemas (lavados en el recto y el colon a través del ano) o rasurar el vello púbico.

En el parto medicalizado la presencia del médico es indispensable así como la del resto del personal médico (enfermeras, asistentes, entre otros.) Los procedimientos médicos como la aplicación de enemas, depilación, cortes quirúrgicos, rotura artificial e intencional de membranas durante el trabajo de parto, a veces llamada amniotomía o «rotura de bolsa» o el uso de oxitocina endovenosa con el simple afán de acelerar el parto son prácticas muy frecuentes.

6. En el parto humanizado se le permite a la mujer comer e ingerir líquido, con la finalidad de mantenerla hidratada y con energía para el trabajo de parto. En el parto medicalizado, está terminantemente prohibido comer e ingerir ningún tipo de alimentos.

7. En el parto humanizado él bebe no es separado de la madre al momento del nacimiento. En el parto medicalizado, una vez que nace, él bebe es separado de la madre por largos periodos de tiempo.

¿Cuáles son las condiciones idóneas para que se lleve a cabo un Parto Humanizado?

1. El ambiente donde se atenderá el parto debe tener una luz tenue, la temperatura adecuada, debe presentar una atmosfera de tranquilidad y paz.

2. La embarazada debe estar aislada de ruidos y presiones externas.

3. La embarazada debe tener un trato más humano, más complaciente, de consideración, de respeto, la actitud de los asistentes es elemental, ya que esto condiciona totalmente el progreso del parto.

4. Se debe de evitar todo lo que active el pensamiento racional (hablarle sin necesidad, darle órdenes o interrumpirla en su viaje interior).

5. Sumergirse y aceptar el dolor es necesario para la producción de endorfinas que amortiguan y modifican la percepción del dolor. Para esto, se puede recurrir al uso de la voz, cantando, respirando, o simplemente estando en silencio.

6. Es necesario que la embarazada escuche su cuerpo y él te dirá que hacer.

7. Tener libertad de movimientos y posturas para el expulsivo voluntario en el agua, masajes, música, terapias alternativas como la homeopatía, acupuntura, etc.

8. Se debe tener intimidad y tiempo para recibir al bebé.

9. El papel de los asistentes es estar disponible en un discreto segundo plano, dejando que el parto fluya, confiando en la sabiduría interna de la mujer. Solo deben intervenir en caso de que exista alguna complicación.

10. La madre y él bebe no deben de ser separados tras el nacimiento, al estar con su madre a la que ya conoce, le da seguridad y los ayuda a ambos para adaptarse a su nueva vida.

DesdeLaPlaza.com/agencias/Rubén Scorche