¿Sentarse en superficies frías o calientes da hemorroides?

Es muy común escuchar a las personas mayores decir que si te sientas en una superficie caliente se te pueden salir las hemorroides.

Cuando se trata de hemorroides, también conocidas como almorranas, hay dos cosas que podemos decir con seguridad sobre ellas. Primero, que son sorprendentemente comunes: casi el 50% de la gente sufre de hemorroides en algún momento de su vida. Segundo, que el cuento de que son causadas por sentarse en superficies frías o calientes es falso.

Antes de explorar la evidencia que tenemos disponible, vale la pena explicar de qué se trata esta enfermedad.

¿Qué son las hemorroides?

Las hemorroides son la inflamación e irritación de las almohadillas de tejido que recubren y protegen el conducto anal.

A veces pueden sentirse como bultos suaves en el exterior del cuerpo por lo que algunos suelen compararlas con un racimo de uvas. Cuando esto sucede, sentarse en superficies duras puede tornarse incómodo. Sin embargo, dado que las compresas heladas son una de las maneras de aliviar el dolor, especialmente si se ha formado un coágulo duro en uno de los vasos sanguíneos, una superficie fría sería algo positivo.

Existen pocos estudios específicos sobre la relación entre la temperatura y la preponderancia de las hemorroides, pero un estudio alemán efectuado en 2009 investigó el sentarse sobre superficies frías dentro de una larga lista de posibles causas.

El estudio comparó a dos grupos de personas: uno sufría dolorosas hemorroides endurecidas y con prolapso y el otro grupo no. Después de analizar muchos factores como toser, levantar objetos pesados, estornudar, comer comidas picantes, usar toallas húmedas luego de ir al baño y hasta incluso sentarse en superficies frías, la conclusión fue que ninguno de esos factores parecía influir en la probabilidad de contraer almorranas.

¿Por qué aparecen?

Tras haber desmentido el mito de que las hemorroides están relacionadas con sentarse en superficies calientes o frías o aparentemente con ninguno de los otros factores investigados en el estudio alemán, quizás valga la pena preguntarse por qué esta parte del cuerpo es particularmente propensa a la enfermedad.

Ann Robinson, médica de familia, me lo explicó así: «Justo se trata de un punto débil del cuerpo».

El motivo es que el canal anal es el sitio donde convergen tres tipos de sistemas vasculares. Un poco de inflamación puede ser útil para dilatar las almohadillas y ayudarlas a sellar el canal anal, evitando la incontinencia fecal. Sin embargo, si se inflaman demasiado, pueden sobresalir y entonces producen el dolor y las molestias. Además puede aparecer sangrado y, en ese caso, debe ser revisado por un doctor, porque también podría ser un síntoma de cáncer de colon.

Cualquier cosa que aumente de tamaño puede causar congestión en la pelvis, como el embarazo, y empeorar las hemorroides. La constipación causa presión en las venas y puede hacer que una persona se esfuerce tanto que las almorranas sobresalgan, lo que hace que el dolor sea más agudo.

¿Qué hacer?

El estudio alemán halló que la gente que se bañaba o duchaba con frecuencia tenía menos chances de padecer hemorroides, mientras que aquellos que hacían mucha fuerza al ir al baño corrían un riesgo mayor de sufrirlas.

Cualquier cosa que evite la constipación ayuda: comer alimentos ricos en fibra, como los vegetales, los cereales y las nueces, así como hacer ejercicio con regularidad para mantener un peso saludable y tomar mucha agua.

También es importante ir al baño cuando sea necesario y no aguantarse, lo cual trae a colación una última cosa: probablemente no sea una buena idea leer este artículo mientras está sentado en el baño: los estudios indican que si usted lee en el baño es más probable que permanezca más tiempo allí y haga más esfuerzo y esta nota fue creada para explicar y no para causar la enfermedad.

Desde La Plaza/BBC Mundo/COM

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